lunes, 27 de noviembre de 2006

Yo friki (o de mi amor por los cómics)

Sí, soy un friki de los cómics, desde niño, tanto de los de antaño como de los hoy, de los nacionales y de los de allende nuestras fronteras. ¿Por qué? Pues porque...

  • Mi primer encuentro con la épica y la aventura no fue cuando leí la Iliada y la Odisea ni el Cantar de Roldán ni el Ciclo Artúrico ni cuando supe de los Espartanos y las Termópilas. No. Mi idilio con la épica y la aventura se inició cuando era un renacuajo que devoraba los tebeos y fascímiles de El Capitán Trueno, El Jabato, El Corsario de Hierro, El Guerrero del Antifaz y El Cachorro, por citar algunos. Todos ellos creaciones nacionales y que nada tienen que envidiar a lo que por aquella época se hacía al otro lado del Atlántico, lo que pasa es que queda más comercial llamarse Stan Lee que Víctor Mora. Y, sinceramente, me paso por la quilla cualquier comentario de si eran políticamente correctos o su fidelidad histórica. Entretenían, enganchaban, evadían y evocaban. ¿Qué más se le puede pedir a un cómic?
  • No he conocido mejor descripción del país, paisaje y paisanaje español que a través de las obras de Francisco Ibáñez: Mortadelo y Filemón son ya una memorable pareja merced a su rol de testigos gamberros e improvisados cronistas de la mayoría de hitos de los últimos lustros; los vecinos de 13 Rue del Percebe son la mejor disección que se podría hacer de nuestra sociedad en general y de las comunidades vecinales en particular; Pepe Gotera y Otilio constituyen el prototipo de "currito-chapuzas" con el que cualquier español ha tenido que lidiar como mínimo una vez en su vida, y es difícil retratar con más certeza y humor cómo es la fauna y filosofía laboral española de lo que lo hace el botones Sacarino.

  • Es francamente difícil que alguien no coja cariño al disparatado y sufrido Superlópez, hijo del excepcional Jan, que exhibe en sus cómics una habilidad única y genial para mezclar humor, crítica social y homenajes/parodias a distintos referente de la cultura actual (ya sean otros cómics, películas, libros, etc.),motivos que para mí le encumbran a lo más alto de mis preferencias del tebeo patrio.

  • Nunca me hubiera interesado tanto por la Historia, la Antigüedad y la mitología clásica de no haber leído los magníficos y magistrales cómics de Astérix, el Galo, obra de los franceses René Goscinny y Albert Uderzo y auténticas lecciones de cultura y humor.

  • Muchos de los valores que desde crío he mamado y aprendido y hoy en día defiendo tienen para mí un exponente claro y accesible en los personajes de los X-Men o Patrulla X, reflejo de las virtudes y bajezas del ser humano y espejo de muchos de los rasgos de nuestro tiempo (el miedo o rechazo a lo diferente, el peligro de que alguien con poder decida unilateralmente qué es lo correcto para el mundo...). De estos cómics marvelianos, nacidos del talento de Stan Lee y Jack Kirby en 1963, han surgido personajes que yo siempre llevaré conmigo en mi corazón friki no ya por las aventuras que he leído sino por lo que cada uno representa: la nobleza (Peter Rasputín, Coloso), la valentía y lealtad extrema (Logan, Lobezno), el amor a la libertad (Ororo Munroe, Tormenta), la responsabilidad (Scott Summers, Cíclope), la entrega incondicional (Jean Grey, Fénix), la mesura y el pacifismo (Charles Xavier)...y así podría seguir durante horas y es que si de unos cómics soy fan hasta bordear el frikismo absoluto esos son los de los X-Men.

En fin, que no me importa reconocer esta vertiente "friki" puesto que mi afición y mi amor por los cómics arriba comentados me han deparado innumerables momentos de satisfacción y evasión. ¿Es malo ser friki? No, siempre y cuando tu afición sea sana. Y, para los que a estas alturas del artículo están próximos al sonrojo o a partirse de risa, he de decir que igual que soy friki de los cómics, soy friki del cine, de la literatura, del arte, de la Historia, de la mitología, de los videojuegos, de las leyendas, de los misterios y sucesos inexplicables...¿Es por tanto negativa mi afición por los cómics? Sinceramente, hay gente que tiene aficiones más peligrosas (como la de construir pisos a troche y moche o meterse en política o ser periodista del corazón o concursar en Gran Hermano) y no digamos ya adicciones, así que, con su respeto o sin él, yo seguiré defendiendo mi frikismo ante cualquiera.

jueves, 23 de noviembre de 2006

DesesPPerante

Bueno, alguna vez tenía que tocarles a ellos. Y como en los últimos tiempos se están afanando en hacer méritos para ser carne de críticas, pues este artículo va por ellos, para que sientan que sus esfuerzos no caen en saco roto. Hoy, el artículo va por y para el PP.

De acuerdo que la actual clase política es una de las más devaluadas, decepcionantes y sonrojantes de los últimos lustros, pero eso no es óbice para que unas personas a las que se supone con mejor formación que el resto de políticos, actúen como una agrupación de botarates (cuando, salvo contadas excepciones, no lo son en absoluto).

* ¿Qué es lo que más me irrita?
Que teniendo un Gobierno como el que tenemos y estando el patio como está (conozcan al señor POE), el partido en la oposición, es decir, el PP no esté arrasando en las encuestas y sondeos desde hace meses. ¿Por qué? Pues porque, en mi modesta opinión, no están haciendo bien las cosas, no tanto en el contenido como en las formas.

*¿Qué es lo que falla?

  • El carisma: Sin duda Mariano Rajoy es un hombre preparado (comparado con el Presidente de este nuestro país, es Voltaire), pero tiene tanto carisma como agua nuestros pantanos. Vamos que si lo pusieran de dj en una fiesta, pincharía los nocturnos de Chopin. Sin carisma puedes mantenerte en el poder pero nunca ganar unas elecciones.
  • La comunicación: Si no vendes bien un producto, te lo tienes que comer con patatas y mientras lo engulles, la competencia te quita los clientes y con ellos el dinero. Dicho de otra forma, imaginen a un vendedor de enciclopedias, de esos que antaño daban la vara puerta a puerta y hoy lo hacen vía telefónica, con su corbata, su traje impoluto, su perfecta dicción y su enciclopedia bajo el brazo. Y ahora, aderécenlo con una voz comedida, como de confesionario, y que invita al sopor. Y, por último, imaginen que en lugar de ganarse al posible comprador, le recita como si tuviera la sangre de horchata y sin variar el tono los principios fundacionales de la editorial y las características técnicas de cada volumen enciclopédico. ¿Qué ocurre? Portazo en las narices. Bien, era fácil de adivinar. Ahora llamen a ese vendedor de enciclopedias Gabriel Elorriaga y sabrán cuál el problema de la comunicación en el PP. Unos mensajes sosos, sin gancho y con una excesiva moderación, hacen del PP un trozo de carnaza en la nariz de un tiburón blanco. Para que se hagan una idea: "Señor, señor Elorriaga ¿qué le parece al PP que llueva en Madrid?" "Al PP nos parece bien que llueva pero también entendemos que haya gente a quien le moleste. Por tanto, como no queremos ofender a nadie y a la espera de confirmar que sea culpa del PSOE, desde el PP queremos comunicar a la sociedad que la lluvia en Madrid no nos parece nada". Hacer política no es un combate de guante blanco, señores míos, ni el congreso es la campiña inglesa decimonónica. La política es dialéctica, ingenio y carácter, por favor, que tan poco quedan tan lejos los cara-a-cara de González y Aznar, por citar un ejemplo. En fin...si los responsables de Comunicación del PP se encargaran de la publicidad de Coca-Cola, hace tiempo que Pepsi sería el refresco número uno en ventas mundiales.
  • La voz cantante: Ya sea verbidesgracia de Ángel Acebes o de Eduardo Zaplana, las caras más visibles del PP después de Rajoy no son los mejores espolones para esa galera. Por un lado, tenemos al Secretario General del PP, un hombre de peculiar dicción y agreste cabezonería que parece uno de esos antiguos muñecos de juguete pseudomecánicos, que venían con tres o cuatro frases grabadas y tira millas. Es una digna némesis de Pepín Blanco (y ser digna némesis de semejante tarugo no es algo bueno precisamente). Por otra parte, está el portavoz del PP en el Congreso, quien, con esa labia y amor a las cámaras, me recuerda al clásico feriante o al actual presentador de teletienda de madrugada de la clase "te-vendo-un-horno-que-enfría". El caso es que, uno por defecto y otro por exceso, ninguno resultan creíbles ni efectivos como armas políticas arrojadizas.
  • Las perlitas autonómicas: En Cataluña, tenemos a Josep A-Piqué, que es del PP pero prefiere parecer de CiU y así le va, que en cuanto se presenta a las autonómicas un partido como Ciudadanos de Cataluña que dice y hace lo que tendría que hacer el PP catalán, pues obtiene sorpresivamente diputados. A-Piqué ha hecho que el PP en Cataluña sea el convidado de piedra del parlamento regional y un mero "extra" de la película política catalana. Para no ser menos, en la capital nos encontramos a una pareja tipo "Pimpinela": Espe Aguirre y Alberto Ruiz Faraón. Con sus riñas dignas de escuela primaria, lo único que consiguen es darle vidilla al cotarro político madrileño (aunque falta le hace) y que, durante un par de segundos, en el PSOE sueñen con recuperar Madrid. A mí, de esta dupla, al que más difícilmente trago es al alcalde, que, entre que lleva años empeñado en descubrir dónde está enterrado el tesoro de Madrid y que cada día que pasa acrecienta su imagen de "repelente niño bien", pues qué quieren que les diga, que me quedo con la que a veces le cuesta "llegar a fin de mes" (para que luego digan que no tiene sentido del humor Espe...en fin). Y, para completar el cuadro, tenemos en el sur a Arenas, que se ha metido en idem movedizas con sus flirteos con estatutos y realidades alternativas que ya quisieran los de Star Trek. Viéndolo en perspectiva, uno nota que en la orquesta del PP hay varios músicos que tocan a su aire. ¿No sería mejor que el director le echara un par de beethovens al asunto y todos tocaran armónicamente?
* Si no fuera por...
Medios de comunicación como El Mundo o la COPE, que han mantenido alto el ánimo de los diestros y son los únicos que plantan cara o critican acertadamente a los zurdos, en el PP ahora mismo estarían tocando a retirada o a desbandada. A lo mejor, si los responsables de comunicación populares tomaran nota de esto, otra gaviota cantaría.
* Reflexiones sobre un caso práctico:
¿Cuántas dimisiones por vergüenza torera o profesional se han producido en el PP por la cagada del vídeo sobre el incremento de la inseguridad y la delincuencia? ¿Quién es el botarate encargado de dar el visto bueno a tan monumental desliz? ¿Por qué Rajoy afirma no haber visto un vídeo elaborado por su propio partido? ¿Parecer idiota es alguna clase de estrategia?
¿Cómo solucionar todo esto?
Pues difícil, pero no imposible:
1) Quitando a algunas personas de ciertos cargos, una vez demostrada su ineficacia y/o sus dotes para causar problemas.
2) Cambiando la estrategia política: No confiar su éxito en el futuro a un error del PSOE, sino a méritos propios.
3) Leyendo más a menudo "El Mundo".
4) Dando vacaciones indefinidas a los actuales responsables de Comunicación.
5) Peregrinando de rodillas a Compostela, Roma, Fátima y Lourdes para pedir a Dios que RR (Rodrigo Rato) se aburra del FMI y vuelva lo antes posible para ser la cabeza (con cerebro incluido) y ariete (que tablas parlamentarias le sobran) del PP.
¿Por qué soy tan crítico?Sencillamente porque me gusta apostar a caballo ganador y "Popular" aún va por detrás en la carrera de este hipódromo que es España.

viernes, 17 de noviembre de 2006

Reflexiones SAWajes

Sabido es que, dentro de mi cinefilia, soy un gran aficionado al cine de terror y a los thrillers con asesino en serie de por medio. Por eso, no creo que extrañe a nadie que me guste la saga de películas de "SAW", que comenzó en 2004 y ya va por la tercera entrega (para más información, ver Saw, Saw 2, Saw 3).

Sádica, retorcida, maquiavélica, enfermiza, con una estética fácilmente reconocible y un guión sinuoso aderezado con escasos pero sorprendentes y brillantes giros argumentales son los principales rasgos de esta trilogía alumbrada por el dúo James Wan-Leigh Whannell y continuada en las dos secuelas por Darren Lynn Bousman. ¿Cuáles son las claves de su éxito en taquilla? En mi opinión, son similares a las que encumbraron a Seven (1995, David Fincher) como una de las incuestionables películas de referencia si hablamos de thrillers: un guión que mantiene al espectador en constante tensión hasta el final, una atmósfera sórdida, una aproximación actual y original al concepto de maldad, un "carismático" villano de inteligencia tan deslumbrante que parece sobrenatural, una reflexión contundente sobre los vicios y defectos del hombre de nuestro tiempo y, por último, un final de película que deja al espectador con un palmo de narices. Eso tienen en común Seven y Saw (especialmente la primera entrega). Habrá muchos que se lleven las manos a la cabeza al ver el triunfo de películas como esta, pero es que el mal engancha y mucho: En la Historia moran Vlad Tepes, Erzbeth Bathory, Gilles de Rois, Rasputín, Jack el Destripador,Charles Manson...En Literatura tenemos a E.A. Poe, H.P. Lovecraft y Stephen King...En el cine encontramos El resplandor, El silencio de los corderos, Seven...

Volviendo a Saw, es indudable que es una película no apta para paladares sensibles o estómagos débiles, puesto que la sanguinolencia y crudeza extrema de muchas de sus escenas hacen difícil no apartar la vista de la pantalla en algún momento. ¿Que es desagradable? Sí, bastante. Pero es algo más que eso. Me explico: Para quien sólo se quede en lo superficial, Saw no será más que un repertorio de salvajadas y martirios ideados por algún enfermo o degenerado. Pero quien preste atención al guión o a la trama, encontrará algo más interesante que miembros cercenados, litros de sangre y gritos agónicos. En mi opinión, en el trasfondo de las tres películas de la saga se encuentran críticas a la sociedad actual: En Saw se critica contundemente a aquellas personas que desaprovechan su vida o no la valoran como deberían (ese es el criterio del asesino Jigsaw para escoger a sus víctimas y dar rienda suelta a sus retorcidos "juegos"). En Saw 2, permance latente la crítica de la primera entrega y se añade una nuevo dardo, en esta ocasión, contra el atroz individualismo, la competivididad brutal y la desconfianza endémica que vivimos hoy en día (en esta película, sólo aquellos que cooperan y confían mutuamente logran "sobrevivir"). Por último, en Saw 3 se aborda un tema tratado frecuentemente por los grandes clásicos del teatro (ya sean griegos o del siglo de oro): ¿Dónde está la barrera que separa la justicia de la venganza? ¿Qué entedemos por "justo" e "injusto"?¿Adónde conduce que alguien se tome la justicia por su mano? Las respuestas a estas preguntas podrían resumirse en tres sentencias tan manidas como ignoradas en la práctica como son "No hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti", "La violencia sólo engendra violencia" y la bíblica "¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?". Naturalmente, en esta película todos hacen caso omiso de esto y al final pasa lo que pasa...

Se puede estar en desacuerdo con las formas(y es lógico), pero si se presta atención al mensaje éste dota a las películas de Saw de un interés poco habitual en las películas de este tipo.

En cuanto a Saw 3 en sí, es un film que tiene como principal valor el hecho de que cierra todos los cabos sueltos de las dos anteriores entregas, convirtiéndose en una especie de "Así se hizo" o "Todo lo que usted quiso saber sobre Saw y nunca se atrevió a preguntar". A esto hay que añadir los estandartes habituales de la saga: el inquietante Tobin Bell vuelve a encarnar "brillantemente" a Jigsaw, confirmando al personaje como un nuevo icono del cine de terror de nuestro tiempo igual que lo fueran antaño Freddy Krueger, Jason Voorhees o Leatherface; vuelven a aparecer la siniestra marioneta, las cintas con "recaditos", unas pruebas/torturas literalmente es-pe-luz-nan-tes, y el "himno" de la legión de seguidores de Saw: la canción "Hello Zepp" de Charlie Clouser. Para mí, fan confeso de esta trilogía, lo más criticable de esta tercera parte son la escasa sutileza y el gratuito recreo en primeros planos más que desagradables y totalmente prescindibles, además de un evidente agotamiento tanto en el ritmo de la historia como en la trama en sí.

¿Es este el final de la saga? Puede ser...que no. De cualquier forma, Saw ya ha pasado a la historia del cine de terror y Jigsaw ha entrado a formar parte del diabólico panteón de asesinos y monstruos cinematográficos, le pese a quien le pese.

lunes, 23 de octubre de 2006

La ópera prima del señor Poe

(Nota del autor: A todas las personas que lean este artículo me gustaría advertirles de que su origen es un estado de agria disconformidad personal con el panorama político nacional. Por eso, soy plenamente consciente de que al escribir esto, en favor de "desahogarme", obvio decenas de argumentos y razones, pero también me gustaría que se tuviera presente que si argumentara todo lo que aparece en este artículo, su extensión sería comparable a la Wikipedia. Ruego disculpen la omisión de razones y les emplazo a otros artículos donde, como acostumbro, sí dare buena cuenta del qué y el porqué). Poe. Da escalofríos sólo mentarlo...Él es quien nos sumerge en un mundo de pesadilla, un universo siniestro donde la luz agoniza entre las sombras, una tierra poblada de seres escalofriantes y aberraciones indescriptibles que caminan sobre los cadáveres de la razón y la lógica. Sudor frío, piel de gallina, castañeteo de dientes, taquicardia...Y el responsable de todo esto él: Poe. ¿Edgar Allan? No. José Luis. Aquí va una reseña de su ópera prima: un historia de terror, claro.

* El autor: Poe. De nombre José Luis, pero en la intimidad le han llamado Pep, Xose, y, desde hace meses, Ioseba. A él le es igual, le llamas y menea el rabo. Es leonés, aunque de león no tiene ni la melena ni la valentía y de nobleza castellana tiene...lo mismo que de melena. ¿De dónde viene lo de Poe? Es el acrónimo de Presidente por Onda Expansiva, pero ese es un horror del que no hablaré hoy.

* El título: "¡Toma ya! Ya soy Presi"

* Los personajes principales: Junto al Presidente, auténtico protagonista de la obra, está "El Gabinete", que da tanto miedo como el del Doctor Caligari. ¿Quiénes lo integran? Pues tenemos momias (según las últimas excavaciones, hay pruebas del idilio entre Maria Teresa y Ramsés II), rasputines (antaño Grigori Yefímovich, hoy Emilio, pero la misma mala baba), quasimodos (menudas campanadas da Miguel Ángel cuando se pone...), hombres bono (a este le metieron una bala de plata hace rato...), "freaks" dignos de la película de Todd Browning (Caracaldera, La fraila...) y fantasmas (piensen en un ministerio y díganme quién lo ocupa y cuántas veces lo ha visto...¿lo ven? Fantasmas). Vamos, una caterva de seres con los que Íker Jiménez se frotaría las manos.

* Los personajes secundarios: Por un lado, tenemos al partido de la mano que mece la cuna, perdón, esa es otra de terror. Me refiero al partido de la mano que estruja la rosa, anteriormente conocido como PSOE, porque hoy...depende del día. Sus primeros espadas son un ejemplo de lo bochornoso que puede resultar el analfabetismo cuando se mezcla con la demagogia. Pepín, Diego...esos intelectuales que hacen Voltaire a Mike Tyson. Por otro lado, nos encontramos a la oPPosición, que con denodados esfuerzos aplica la curiosa técnica de combate denominada "Como no consigo nada, ahora me enfado y no respiro", que tan buenos resultados ha dado a los...neonatos. En fin. Por último, y para dar colorido a toda la trama, nos encontramos a otros personajes surgidos de alguna imaginación febril, pero febril, febril. El más simpático de estos últimos es un tal Llamazares, que es un personaje que se muere de ganas por salir en televisión con cualquier pretexto aunque nadie le toma en serio. Seguramente, en próximos capítulos de esta historia, lo veamos en algún talk-show que aborde el tema "Un día fui comunista y ahora no me quieren en el circo".

* El contexto: Un país que se parece terriblemente a España.

* El argumento: El autor cuenta la historia autobiográfica de un descomunal necio que llega a Presidente de un país tras unas explosiones. ¡Perdón! Un lapsus. Quería decir que llega a Presidente de un país tras unas elecciones. Una vez en el poder, invoca a las hordas de la oscuridad (el Gabinete) para que trabajen para él y así inicia un escalofriante etapa en la que la política exterior parece la Verbena de la Paloma (aliándose con demócratas y paradigmas de la libertad como Castro y Chávez y tendiendo la mano a los de la cimitarra y el detonador) al tiempo que la política interior se llena de abominaciones que ni las de H.P.Lovecraft.
Convencido de que de verdad ha llegado a Presidente, el protagonista de la historia da rienda suelta a su necrofilia y comienza a desenterrar muertos de hace setenta años a los que pone medallas y con quienes organiza un desfile de la victoria que ríanse ustedes de La noche de los muertos vivientes, mientras deja que los protagonistas secundarios se tiren cadáveres a la cabeza en unos pitorreos organizados llamados "comisiones".
En los últimos capítulos, con el paso de los meses, en el país las cosas van fetén: Cayuco Tours funciona a plena potencia, las hipotecas se preparan para aterrizar en Marte y la Justicia además de ciega parece gilipollas, y es entonces cuando el Presidente de la sonrisa de pánfilo, como debe creerse Pericles o Churchill (aunque sólo le suenen los nombres y no sepa de qué), tiene otra de sus brillantes ideas y decide hacer las paces, de buen rollo, con talante, con una banda de diablos de la grandísima puta que se han pasado décadas matando a hombres, mujeres y niños inocentes. "Te cambio la rosa por la serpiente", les dice. Y ahí, en el momento de más miedo, es donde acaba la historia.

* Se rumorea que la continuación de esta historia llevará por nombre: Muertillos a la mar. Historia de un proceso de paz.

* Mi opinión: Sí, ciertamente, da miedo y mucho, pero, como crítico literario, creo que la calidad de esta obra está a la altura de su autor. Como persona, me da pánico imaginar cómo será la continuación. Y, como ciudadano y español, el autor y su historia me producen vergüenza y un profundo asco.

viernes, 20 de octubre de 2006

Alta sociedad, bajas pasiones

Tras la reciente salida en DVD de la película Match Point y por el indudable interés que me merece, a continuación reproduzco una reseña que hice en noviembre de 2005 sobre este excelente film.

"El pasado 4 de noviembre se estrenó en España la última y esperada película de Woody Allen: Match Point. Un título directamente ligado al breve y genial monólogo que abre el film: "Aquél que dijo: “prefiero tener suerte a tener talento” conocía la vida en profundidad. La gente tiene miedo a reconocer el gran papel que desempeña el azar en la vida. Da miedo pensar que haya tantas cosas fuera de nuestro control. Hay un momento en un partido en que la bola golpea en lo alto de la red y por una milésima de segundo puede caer hacia un lado u otro. Con un poco de suerte rebota en el campo contrario y ganas. O puede que caiga en tu campo y entonces pierdes". Difícilmente se puede resumir mejor el argumento, las intenciones y la moraleja de un film que supone un punto de inflexión en la trayectoria del genial y enclenque cineasta. Match Point es en efecto una película de cambios: Nueva York cede el testigo a Londres, la comedia es relevada por un interesante drama con aroma a thriller y el delgado Woody Allen coge la batuta del orondo maestro Hitchcock para dirigir algunas de las mejores secuencias de toda su filmografía. ¿Son estos cambios a mejor o peor? Cuando se habla de genios, juzgar sus cambios es casi una herejía y quien vea Match Point sabrá por qué.

La película cuenta al espectador la historia del joven ex tensita Chris Wilton (Jonathan Rhys-Meyers) que cambia la competición por la enseñanza en busca de dinero. De este modo, pasa a ser el profesor de tenis de un “niño bien” londinense Tom Hewett (Matthew Goode). Entre raquetazo y raquetazo, Wilton se gana la confianza de los Hewett, una familia de la alta sociedad de la ciudad del Támesis y auténtico pasaporte para la buena vida. Jugando bien sus golpes, el ex tensita pasa rápidamente a ser ejecutivo de una importante empresa de papá Hewett (Brian Cox), yerno de mamá Hewett (Penélope Wilton), esposo de la cándida Chloe (Emily Mortimer) y amante de la futura esposa de Tom, Nola Rice (Scarlett Johansson, ¡qué rubia se perdió Hitchcock!). De esta forma y con la misma elegancia con que se sirve champán, Woody Allen ofrece al público un chupito de tequila de impecable aspecto y mejor sabor. Match Point es una historia de bajas pasiones ambientada en la alta sociedad, un guantazo a las apariencias que pueblan el mundo en que ya le habría gustado dirigir al mítico responsable de Extraños en un tren, Vértigo o Crimen perfecto. Si alguien piensa que, con lo que aquí he dicho, puede aventurar el desenlace de la película está cometiendo un error tan grande como es la genialidad de Allen para dar unos inesperados y sin embargo coherentes giros a la trama.

Match Point es, en definitiva, una película que gira en torno a personajes que parecen alumbrados por Shakespeare o Dostoievski (autor favorito de Chris Wilton) y que dan increíble vigor a una historia que se mueve en parámetros de elegancia y tragedia propios de la mejor ópera (afición preferida de los Hewett). La factura del film es inmejorable y su mayor virtud es la magistral dirección del maestro Allen de todas sus marionetas, entre las que destacan la turbadora Scarlett Johansson y el desquiciado Jonathan Rhys-Meyers. Su otra gran virtud es la cara que se le queda al espectador al ver el desenlace ideado por el genio de Nueva York. Y sí, como en las grandes obras de misterio, es mejor que no les cuente el final. Juego, set y partido para Woody Allen.

lunes, 16 de octubre de 2006

El fauno, los maquis y la niña prodigio

Tal y como está el panorama, cualquier forma de evasión, desconexión o deserción de la realidad es buena y hasta necesaria. Y en eso el cine tiene decenios de experiencia. Así que, movido por mi cabreo con el mundo real, fui este fin de semana a ver una película que pintaba muy bien: "El laberinto del fauno".

Se trata de la segunda película rodada en España por el mexicano Guillermo del Toro tras "El espinazo del diablo" (2001) y, al igual que ésta, mezcla fantasía y posguerra en una atmósfera enfermiza y "sucia". La trama se puede resumir en cómo una niña, para sobrevivir a un mundo real nada agradable, se refugia en el mundo mitológico que aguarda en el laberinto de marras. Pero, pese a que la venden como si fuera una versión hispana de "La Historia Interminable" o "Harry Potter" con falda, nada más lejos de la realidad, nunca mejor dicho. Ni tiene tanta fantasía como promete ni mucho menos es una película "familiar" o para niños. ¿Por qué?
  1. El mundo y la imaginería de Guillermo del Toro está en las antípodas de cualquier obra de los Hermanos Grimm o película de Disney o entrega del mago con gafas más famoso del mundo. Enfermizo, viciado y retorcido, el cosmos del director mexicano parece fruto de un cruce entre la novela de terror gótico y una de las pinturas "negras" de Goya. Este particular universo puede resultar atractivo e indudablemente original, pero es tan aconsejable para un niño como regalarle una motosierra.
  2. Pese a que, a priori, parece la balanza mundo real-mundo fantástico puede decantarse en favor de este último, lo cierto es que a medida que pasa la película es el cruel mundo real el que se lleva el fauno al agua y la fantasía no deja de ser un mero "entreacto".Vamos, que quien vea el tráiler de la película ya ha visto todas las escenas fantásticas que hay en el film.
  3. Como en cualquier película de Guillermo del Toro hay varias concesiones a la crueldad o violencia explícita, lo que se traduce en fotogramas tan desagradables que bordean lo "gore". Quizás por eso no sea una película recomendada para menores de 18 años.

Dicho esto, voy a pasar al cuento que narra Guillermo del Toro en esta película que sorprendentemente no tiene ni fauno ni hadas de por medio. Como todos los cuentos, tiene personajes muy buenos muy buenos (la niña, los maquis y las gentes del pueblo) con sus correspondientes antagonistas muy malos muy malos (el ejército franquista). Y, como en todos los cuentos, los buenos vencen y los malos pagan sus fechorías. Aunque respeto cualquier opinión y punto de vista (máxime en terrenos artísticos como el cine), lo cierto es que planteamientos de un maniqueísmo tan demagógico, pueril y "naif" me parecen adecuados cuando estamos hablando de Blancanieves, Caperucita, la Bella Durmiente y compañía, pero no cuando se habla de un hecho histórico tan complejo y traumático como fue la Guerra Civil y su posguerra.

Que hubo descomunales cabrones como el capitán Vidal (Sergi López) en el ejército franquista, sin duda. Que el ejército franquista cometió desmanes y tropelías, sin duda. Que la maldad y la hijoputez eran propiedad exclusiva del ejército franquista, pues mira no. Cualquier persona que no se deje llevar por el fanatismo reconocerá que en la Guerra Civil, como en cualquier guerra, se cometieron injusticias y atrocidades en ambos bandos y que, igualmente, hubo buenas y malas personas a uno y otro lado de la trinchera. Por eso, ópticas tan "infantiles" como "estos eran muy buenos y estos eran muy malos", especialmente cuando se habla de hechos históricos, pues como que me dan un poco de alergia. Y quede claro que diría lo mismo si el planteamiento fuera el contrario y presentara a los maquis como una caterva de desalmados y al ejército franquista como los ángeles enviados por Dios para instaurar en la tierra el Reino de los Cielos (lo que me recuerda a la película homónima de Ridley Scott que sí hace una revisión honesta de una guerra como fueron las Cruzadas). A ver si me entienden: ¿Qué les parecería que alguien hiciera una película sobre la Segunda Guerra Mundial desde la óptica del Eje y mostrara a los ejércitos democráticos occidentales como unos cabrones inmisericordes sin excecpiones? Pues eso.

En resumen, en "El laberinto del fauno" el verdadero monstruo es la niña Ivana Baquero (como Dakota Fanning pero versión spanish) quien con una magnífica y creíble interpretación eclipsa al resto del reparto (en el que, nuevamente, chirría a mi gusto una Ariadna Gil que te interpreta igual a una vedette del Siglo de Oro que a una sufrida madre de posguerra...En fin). Y, para quien quiera calentarse la cabeza al salir del cine: ¿Existía de verdad ese mundo mitológico o estaba la niña "quijotizada"? Piensen, piensen...Por lo demás, esta película no es un cuento de hadas...igual que no lo fue la Guerra Civil ni ninguna guerra, así que, para otra vez, que "no me vendan el fauno". Gracias.

lunes, 9 de octubre de 2006

Los Borgia (y olé)

Pues sí, afortunadamente, el cine español anda últimamente gallardo y haciendo productos con más presupuesto y pretensiones de lo habitual. Hace semanas tuvimos el ejemplo de "Alatriste". Y, en esa misma tónica histórica, tenemos ahora "Los Borgia". Y, hoy más que nunca, las comparaciones son odiosas. Si bien en cuanto a factura técnica y promoción ambas películas caminan parejas, el acabado final no puede ser más dispar. Una te deja con demasiada miel en los labios. La otra, en cambio, te hace salir del cine con una más que agradable satisfacción. Y esta última película es "Los Borgia".

Aunque esta producción tiene defectos bastante perceptibles (un presupuesto que se antoja corto para el potencial que exhibe el film y algunos cabos sueltos en la trama), lo cierto es que los disimula con sobrada eficacia y talento. Y ello se debe a una acertada dirección de Antonio Hernández, un guión que cuida el contexto histórico y plantea personajes que se sostienen por sí solos, una dirección artística y vestuario encomiables, una música tan mesurada como elegante y, sobre todo, un gran reparto de actores. He de reconocer que tenía cierta inquietud ante un reparto poblado por numerosos rostros conocidos de la pequeña pantalla (Sergio Peris Mencheta, Sergio Muñiz, Roberto Álvarez, Roberto Enríquez, Diego Martín, Antonio Valero...) ya que películas donde estás cada dos por tres murmurando "Anda si este sale en la serie de..." suelen defraudarme bastante. Pero esta vez no. Todo el elenco, repito, todo el elenco hace un trabajo dignísimo y creíble, construyendo unos personajes que sostienen por sí solos la historia.
Y, llegados a este punto, me gustaría hacer una mención especial a los excelentes trabajos de Lluis Homar, quien realiza una magnífica interpretación del poliédrico papa Alejandro VI, Sergio Peris Mencheta, que encarna con excelente contundencia al oscuro y atormentado César Borgia, y María Valverde, que demuestra con su interpretación de Lucrecia Borgia que no es casualidad que esta chica con cara de madonna renacentista tenga ya un Goya en su haber.

En definitiva, "Los Borgia" es una película que ofrece dos horas de historia y entretenimiento con maestría y humildad y nos acerca de un modo creíble a esa extraña y legendaria familia valenciana que conmovió los cimientos del Vaticano e Italia a finales del siglo XV. ¡Ah! Sí, sale Paz Vega, pero poco. Lo bueno si breve...dos veces Borgia.

viernes, 29 de septiembre de 2006

El idiota

Definición de "idiota" según la RAE: "Que padece de idiocia // Engreído sin fundamento para ello // Tonto, corto de entendimiento". Bien, partiendo de esta definición, metámonos en harina: Todos sabemos que el ambiente nacional está "cargadito", que en el trabajo la competencia es muy dura y que, en el mundo de la comunicación, las audiencias lo son todo. Igualmente, a nadie se le escapa que en el mundo de la prensa, radio y televisión hay mucho divo y que entre divos las envidias y roces están a la orden del día.

Dicho esto, la polémica está en las palabras que dedicó esta semana Luis del Olmo a Federico Jiménez Losantos: "A Federico Jiménez Losantos lo subiría a los altares, muy alto, y luego pondría una bomba en esos altares". Y ahora, por partes:

- Que Federico Jiménez Losantos y Luis del Olmo no quedan para irse de copas, cierto. Que Federico Jiménez Losantos es un hombre que parece vivir en permanente estado de cabreo, cierto. Que Federico Jiménez Losantos tiene tanta habilidad dialéctica y mordacidad que su lengua es letal, cierto. Que Federico Jiménez Losantos se ha llevado buena parte de la audiencia destinada otrora a seguir a Luis del Olmo, cierto. Que Federico Jiménez Losantos es especialista en crearse enemigos dentro y fuera de su propia trinchera, cierto. Que a Federico Jiménez Losantos también se le ha calentado la boca, cierto. Que Federico Jiménez Losantos jamás ha dicho algo semejante a lo dicho por Luis del Olmo, cierto.

- Desear poner una bomba a alguien es de desalmado. Querer poner una bomba a un altar es de hijo de puta. Decir que quieres poner una bomba a alguien subido a un altar es de idiota, con el Diccionario de la RAE en la mano.

- Que Luis del Olmo es un divo que se cree por encima del Bien y del Mal y que actúa con una suficiencia que ni un gallo en un corral, cierto. Que Iñaki Gabilondo y Federico Jiménez Losantos son otros "gallos", cierto. Que Luis del Olmo no levanta cabeza radiofónica desde hace años, cierto (Ya quedan en el recuerdo la gloriosa época de "Protagonistas" con "El debate del Estado de la Nación" con Tip, Chumy Chúmez, Ussía, etc.). Que Luis del Olmo actúa como un idiota, cierto. Que a Luis del Olmo le queda un mínimo de humildad e inteligencia, sí, y por eso ha pedido disculpas. Que, según Luis del Olmo, dijo aquello en tono de broma, demuestra la gracia y "arte" que tiene para el humor este buen señor.

Así que, a ver si de esta pequeña fábula todo el mundo se queda con estas moralejas:
1) Las idioteces ni se dicen ni se hacen y tampoco deberían pensarse.
2) El único idiota que merece la pena es la novela homónima de Fedor Dostoievski.
3) Y a ti, Luis del Olmo, que parece que te has caído del ídem, para la próxima vez, procura no ser tan necio.

El sanedrín catódico

Salía esta semana la noticia en prensa de que La Sexta, la última cadena en aparecer en la pequeña pantalla, ha retirado de su programación una serie de manga erótico (ni siquiera se podría calificar de "hentai") por las airadas protestas del tipo de asociaciones e instituciones que cualquiera ya se imagina. Que si no era una serie apropiada, que si se fomentaba la pedofilia...A ver, frenen el carro, señores: 1) La serie se emitía a las 02:00 horas de la madrugada y se supone que ya no hay ningún menor a la vista, salvo que sus padres prefieran que se vaya a la cama con las lumis en vez de con los lunnies, 2) Sabido es para cualquier aficionado al "manga" o al "anime" la tendencia de los dibujantes japoneses a "infantilizar" los rasgos de muchos de los personajes, aunque sean octogenarios de lavativa en mano, 3) A esas horas, si alguien zapea con el mando, comprobará que hay más carne en la parrilla que en el "De María" a la hora de comer. 4) Por muy criticables que sean, son dibujos animados y no personas de carne y hueso, como son los protagonistas de series, películas y programas que hacen la calle a esas horas en muchos de los canales televisivos. Pero ya da igual. Este argumentario es de cara a la galería puesto que La Sexta ya ha retirado la serie.

Y, llegados a este punto, yo me pregunto cuál es el baremo que maneja ese sanedrín catódico para escandalizarse por unas cosas y hacer la vista gorda en otras. Y lo digo porque uno ya se cansa de tanta paradoja e hipocresía. ¿Claman contra esa serie hasta que "cae" mientras bazofia como TNT sigue en antena? ¿Califican de perjudicial para la infancia todo lo que huele a "manga" y dejan que las series de cierta bióloga con bótox en el cerebro se emitan en horarios de máxima audiencia? ¿Es mejor dar leña a series de dibujos animados en lugar de a programas vespertinos tipo "El diario de..." en los que el tema del día puede ser perfectamente "Me tiré a la Jessy en la discoteca y ahora me quiero cambiar de sexo para reconciliarme con mi padre biológico"? ¿Qué es más deplorable: un dibujo diciendo o haciendo vulgaridades o un "homo supuestamente sapiens" diciéndolas y haciéndolas durante todo el día en programas como "Gran Hermano"? O, si a La Sexta nos ceñimos y puestos a ser exquisitos, ¿por qué extraña razón el sanedrín permite que se siga emitiendo en horario estelar esa calamidad de serie llamada "SMS" que compendia y multiplica los peores defectos de acnéseries como "Al Salir de Clase" y "Compañeros"?

No se trata de defender las series manga sino de que uno se cansa de tanta hipocresía, tanto golpe en el pecho, tanto rasgarse las vestiduras y tanto sanedrín catódico. Aquí o jugamos todos o se rompe la baraja. Así que menos grito en el cielo y más coherencia, por favor.

lunes, 25 de septiembre de 2006

A los gatos les gusta la cultura

Fue la noche de un sábado 23 de septiembre. Con nocturnidad y sin alevosía, un millón de personas tomó Madrid. Y no para beber ni bailar ni manifestarse. Eso no sería noticia. Lo extraordinario es que un millón de personas dedicaran toda una noche en Madrid a empaparse-empacharse-emborracharse de cultura. "La noche en blanco" se llamaba la iniciativa. No podemos colgarnos la medalla de ser los creadores (porque Riga, Roma, Bruselas y París también están en este tren), pero sí que nos debemos colgar la sorprendente medalla de que una iniciativa cultural de este calibre haya sido un éxito en un país como España, en una ciudad como Madrid y encima por la noche. Eso sí que tiene mérito torero. "¿Que si voy de copas? No, voy al Thyssen". Con un par, sí señor.

Me da igual si el 23 de septiembre hubo una eclosión masiva y nocturna de snobs. Me da igual si esa noche salieron a la calle todas esas personas a las que les da alergia pagar la entrada de algún museo o institución cultural. Me da igual si Alberto I, el Faraónico se quiere apuntar el tanto. Los hechos hablan por sí solos: Más de un millón de participantes, 284 entidades implicadas, un programa con cerca de 240 actividades artístico-culturales repartidas por todo Madrid desde las 21:30 horas del sábado hasta las 07:00 del domingo y decenas de fotos que dan fe de todo ello. Ha sido la mayor orgía cultural que se recuerda en los últimos decenios (y me quedo corto, creo). Y todo esto, como digo, en Madrid y de noche.

Es cierto que en España cualquier persona ve un "Gratis" y se queda hipnotizado. Y no menos veraz es que en nuestro país alguien ve una cola kilométrica (como las que afloraron en la noche de autos) y, o bien pregunta para qué es, o bien se suma a la cola sin preguntar, a ver qué pasa. Pero lo acongojante de "La noche en blanco" es que todas las ofertas eran culturales y todas tenían más cola que el INEM ("¿Qué hice anoche? Pues estuve en la cola de la Biblioteca Nacional, y también en la del Teatro Real, y en la de la Plaza Mayor..."). Y uno empieza a creer que sí, que de verdad hay gente que ve La 2 o que lee los libros que se compra o que no presume de Prados ni Reinasofías sin haber puesto jamás un pie en ellos. A esto hay que añadir que uno de los grandes valores de iniciativas como ésta es que permiten (re)descubrir el encanto de una ciudad en la que la monotonía y el caos diario todo lo eclipsa. Porque, pese a que el Ayuntamiento de la capital se esfuerza por dar a conocer durante todo el año sus tesoros culturales, esto suele pasar desapercibido para el homo madrilensis ya que, como muy bien dice Ángel Antonio Herrera, "Madrid no deja ver Madrid".

¿Que si yo estuve en "La noche en blanco"? Claro. Fui al Palacio de Comunicaciones (la exposición bueno...pero el interior de ese edificio es precioso), escuché los berridos de ultratumba de la Casa de América (¿Dónde estaba Iker Jiménez?), presencié la escalada humanoide de la Puerta de Alcalá, estuve en la cola del Thyssen y, como broche, acudí a una visita guiada por el Madrid "antiguo" (el de los Austrias, vamos) a la que querían ir mil personas más. Completita la noche.

En definitiva, ¿que a los gatos nos gusta la "marcha" nocturna? Claro. De hecho es la segunda explicación de por qué a los madrileños se nos llama "gatos" (La primera se debe a las habilidades como escaladores-trepadores de los conquistadores cristianos del Madrid medieval, que ascendían a mano desnuda por las murallas y los acantilados cual felinos). ¿Que a los gatos nos gusta la cultura, aunque sea de noche? Desde el 23 de septiembre de 2006, está claro que sí.

martes, 19 de septiembre de 2006

La paja en el ojo ajeno


Soy consciente de que este es un artículo que, casi con toda seguridad, no va a gustar a todo el mundo. Bien, dicho esto, vamos al tema.
Por si estaba poco animado el sarao internacional, ahora el Papa se ha unido a la fiesta merced a una cita no muy aconsejable para decir en público y menos en los tiempos que corren. La intención del
discurso que el Santo Padre pronunció el pasado martes 12 de septiembre en Ratisbona (Alemania) era, hablando claro, fomentar que todas las religiones se llevaran bien, que hablando se entiende la gente, que liarse a mecos no soluciona nada, "paz y buen rollito", talante...Pero eso ya no importa: demagogos, integristas y medios de comunicación se han encargado de quedarse en la cita de marras. Y, aunque el Papa ya ha pedido disculpas y dado explicaciones, el asunto es más espinoso que una convención de erizos. Puesto que, analizando este tema, es fácil encontrar detalles, cuando menos, paradójicos, intentaré ser lo más claro posible:

* La cita: Benedicto XVI, en su discurso del martes, citó un diálogo del siglo XIV en el que el emperador bizantino Manuel II le decía a un erudito persa: "Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba". (Toma ya.Si con estas palabras, el Papa intentaba apagar un fuego...creo que debería cambiar de asesor)

* Quién la ha utilizado: El representante de la Iglesia católica (El Papa, el Santo Padre, el Sucesor de Pedro, etc.). Y, sí, antes de que me lo recuerden demagogos, ateos y agnósticos militantes, es la "misma" Iglesia que promovió las Cruzadas (unas hostias de presupuesto hollywoodiense en la que los infieles de un lado intentaban pasar por la piedra a los infieles del otro para quedarse en propiedad los Santos Lugares. Vamos, una especie de partida de Monopoly con mucho "me cisco en tu divinidad" de por medio), la misma que organizó la Inquisición (que hizo de la envidia, la calumnia y la injuria unas armas de destrucción masiva), y la misma que, en algunos lugares y momentos, evangelizó en plan Rambo. Y sí, eso, lamentablemente, lo hizo la Iglesia y siempre estará ahí. Pero déjenme que recuerde también a esos mismos demagogos, ateos y agnósticos militantes, que la Iglesia es también la que en muchas ocasiones ha puesto los testículos y la dignidad sobre la mesa aun a costa de engrosar la lista de mártires y la misma Iglesia a la que pertenecen l@s misioner@s que han malvivido y muerto en zonas miserables, mientras algún demagogo de corbata y talonario la criticaba tomándose el café caliente (Es muy cómodo criticar desde un medio de comunicación o en una mesa redonda rodeado de encorbatados templagaitas cuando tu máxima preocupación puede ser si gotea el grifo del baño o si te queda bien el traje. Pero hay otras personas cuya mayor preocupación es que quienes tienen alrededor puedan sobrevivir como seres humanos, aun a riesgo de que no llegues con vida al final del día y esas personas, las ha puesto y pone, casi siempre, la Iglesia). La Iglesia es una institución milenaria y en ese tiempo (que es muuuuucho) ha hecho cosas muy buenas y cosas muy malas y nos podríamos tirar meses discutiendo unas y otras. Lo que es absurdo, gilipollesco, infantil y maniqueo es quedarnos sólo con una parte del argumentario para decir "La Iglesia es malíííísima" o "Lo que hace la Iglesia, bien hecho está".


* A quién ha ofendido: Al Islam. El mismo Islam que regaló a la Humanidad miríadas de avances y conocimientos científicos y culturales (en siglos en los que el cristianismo estaba en la pocilga y con las luces apagadas). Y quien lo niegue es, directamente, gilipollas. Pero también es el mismo Islam que tiene en su historial las Cruzadas (o Guerra Santa o Yihad); el mismo Islam en el nombre del cual se han cometido y cometen barbaridades contra la dignidad humana o se "manifiestan", cada dos por tres, cientos de energúmenos; el mismo Islam cuya versión mala-retorcida-siniestra ha permitido que surjan como setas grupos terroristas que han bañado en sangre medio planeta en los últimos decenios. Y quien niegue esto es también gilipollas. Así que, al igual que en el punto anterior, ni el Islam es "La Bestia" ni tampoco "El Islam es fetén".

* Qué ha pasado: Que el mundo islámico y todos aquellos que están deseando que la Iglesia/el Papa estornude para decir "Te jodes", pues se han puesto (y razón no les falta) con un cabreo que ni un aficionado del Atleti a final de temporada.

* La paradoja: Resulta, cuando menos curioso que, para protestar contra la cita y la madre que nos parió, se hayan organizado manifestaciones y actos que de pacífico tienen lo mismo que Terminator.

* La sorpresa: El presidente iraní y uno de los malos de la película occidental, Mahmud Ahmadineyad, ha salido en defensa del Papa Benedicto XVI.

* ¿Qué se debería hacer?: 1) Que alguien se preocupe por captar y recordar la intención del mensaje (cagadas aparte) del Papa: La paz y el respeto mutuo es la base de la convivencia humana y esto no debe olvidarse a la hora de hablar de religión y creencias. 2) Que echen al botarate que no quitó la polémica cita del discurso de Benedicto XVI (Repetir una gilipollez eleva al cuadrado la estupidez de quien la repite). 3) Que t-o-d-o-s nos dejemos de tanto maniqueísmo y demagogia y dediquemos el tiempo a hacer un ejercicio de memoria y a hablar con sensatez. 4) Que de una vez por todas no haya ningún gilipollas ni hijo de puta que utilice la religión, sea cual sea, para menospreciar, humillar o atacar a ningún ser humano.

No obstante, este follón no se habría montado si todos, cristianos, musulmanes, judíos, ateos, agnósticos, omnívoros, vegetarianos y mamíferos humanoides en general hiciéramos caso de una cita que siempre será bien utilizada: "¿Cómo puedes ver la paja en el ojo ajeno y no ves la viga que está en tu propio ojo?". Pues eso.

jueves, 14 de septiembre de 2006

Un hijo de la gran puta

En contra de lo que pudiera parecer, no hablaré en este artículo de ningún político, empresario, terrorista, asesino, violador, pederasta, traficante...No. Hoy hablaré de un hijo de la gran puta. Así, a secas y con todas letras.

Seguramente, si están más o menos al tanto de las noticias, habrán visto o leído la historia de un hijo de la gran puta, natural de Aguiño (Galicia) y que responde al nombre de Juan Lado. Este cabrón, cuya madre no pongo en duda que sería una santa, se ha dado a conocer por propinar una brutal paliza a su perro, una lluvia de hostias que su vecino grabó en un vídeo que ha dado la vuelta a España. Al parecer, no era la primera vez que este "ser" maltrataba así a este animal, no era la primera vez que el pobre can aullaba y gemía de puro dolor sin siquiera morder la mano a su amo, no era la primera vez que Juan Lado demuestra lo que es: un hijo de la gran puta.

Analizando con detalle la noticia, uno no sabe qué es peor: Que exista escoria de este tipo, que, una vez más, alguien se pase por el forro de los testículos una Declaración Universal, que alguien sea capaz de atacar con tanta saña (cuando se cansó de atizar con el palo fue a por una tubería...) a un animal que de pura nobleza y dolor no atacó en ningún momento a un amo que no le dejaba escapatoria, que la Justicia (uno ya duda si escribirla entre interrogantes) condenara tal salvajada con sólo 6.000 euros de multa y la retirada del animal (que murió poco después a consecuencia de la brutal paliza), que este desalmado volviera a tener dos cachorros de perro después de que la Justicia le retirara al perro de las imágenes; que unas decenas de gañanes le aplaudan a su entrada en el juicio y amenacen e insulten al vecino demandante (cuyo perro, por cierto, murió envenenado...); o que este hijo de la gran puta llamado Juan Lado tenga la nula vergüenza de decir que todo son mentiras. Creo que, por encima de todos estos repugnantes detalles, lo peor es que alguien que se califique de ser humano (al que se le supone, por nacimiento, raciocinio y corazón) pueda tratar así a un animal y más a un perro.

Yo tengo desde hace trece años un perro y nunca me cansaré de dar gracias a Dios, el destino, el demiurgo o la fortuna por haberlo puesto en mi vida. Sólo, repito, sólo alguien que haya podido compartir su vida con un perro puede saber el verdadero significado de palabras como "nobleza", "lealtad", "cariño", "entrega", "compañerismo", "apoyo", "honestidad"...Eso es difícil, muy difícil descubrirlo gracias a una persona, pero un perro te lo enseña y demuestra desde el primer minuto que está a tu lado y nunca deja de hacerlo. Podría estar hablando de este tema durante horas sin cansarme, pero este artículo va por y para un hijo de la gran puta. Así que vamos con él.

A ti, Juan Lado, hijo de la grandísima puta, lo único que me apena es no conocerte en persona para poder darte caricias iguales a las que regalas a tu perro, porque casos como el tuyo, escoria, hacen que sea una verdadera lástima que matar a alguien sea delito y pecado. Pero bueno, cabrón, qué se le va a hacer. A ti, Juan Lado, hijo de la gran puta, me encantaría verte empalado en la plaza de tu pueblo para que te vitorearan la caterva de payasos agrestes que te aclamaban y defendían en el juzgado y en la televisión (una turba de humanoides a los que si se les fusilara lo único de valor que se perdería serían unas balas). Y lo único que desearía en ese caso no es que murieras rápido para evitarte el sufrimiento, sino que no soplara el aire, para evitar que tu hedor se esparciera.

Y es que el ser humano es así: vemos a alguien hostiar a una mujer, niñ@ o ancian@ y ponemos (con toda la razón) el grito en el cielo, la policía y en el juzgado, por si acaso. Pero cuando alguien hostia a un animal, ya...Es otra cosa. Siempre habrá algún gilipollas (ese colectivo tan en auge) que intente contemporizar o, peor aún, justificar y sacar tajada de acciones como éstas. Y quien dice hostiar, dice abandonar. Que igual de hijo de la grandísima puta es quien maltrata a un animal que quien lo abandona. ¿Qué pensarían si vieran a decenas de ancianos o niños abandonados a suerte y con cara de "¿Qué he hecho mal?" en las cunetas de las carreteras o en estaciones de servicio? ¿Qué pensarían si el destino de todas esas personas abandonadas fuera la muerte (por accidente, atropello o inyección letal)? ¿Qué pensarían si a alguien que es todo cariño le diéramos la patada por "comodidad" como si fuera un juguete roto? ¿Qué pensarían si, a los pocos meses de tener un hijo, unos padres lo dejaran en la calle porque ya se les ha pasado la fiebre del "capricho"? Pues eso, lo que yo decía: hijos de la grandísima puta.

Como final de este artículo, sólo quiero animar desde aquí a denunciar inmediatamente estos "comportamientos" y, si tienen tiempo y corazón, a colaborar con asociaciones como El Refugio o a consultar portales como TodoPerro.es. Por lo demás, espero que tú, Juan Lado, no indigestes demasiado a los gusanos cuando fallezcas (ojalá pronto), so hijo de la gran puta.

viernes, 8 de septiembre de 2006

Los Cien Mil Hijos de José Luis

El ser humano es así. Tendente a agarrar el brazo entero si se le ofrece la mano. Propenso a coger todo lo que sea gratis, aunque sea una tesis sobre el apareamiento de los caracoles. Aficionado a la demagogia y las papanatadas grandilocuentes cuando nos hallamos en un contexto de política y poder. Así es el ser humano.

Resulta que ahora en La Moncloa y aledaños andan con cara de susto y de "Pepe, ¡¿qué hacemos?!". Claro, es lo que tiene. Si organizas unas jornadas de puertas abierta y barra libre gratis, lo normal es que la convocatoria sea un éxito. Y eso, en materia de inmigración, es lo que hizo la versión leonesa de Mr. Bean cuando terminó de creerse que sí, que de verdad había ganado las elecciones generales. Es como irte, qué sé yo, a Sudán, con un camión lleno de víveres y un megáfono y ponerte a berrear: "¡Qué bonito y qué fresco tengo toooodo oigaaaaaa! ¡Vengan, vengan, que es graaaaatis!" y en apenas segundos ya no quedan ni víveres, ni camión ni megáfono ni nada. Pues eso. Inmigra que algo queda.

El Presidente de Honor de la agencia de viajes "Cayuco Tours", José Luis para los amigos, tiene ante sí un problemón, pero problemón, problemón. Resulta que la República Africana de Canarias (anteriormente, las Islas Afortunadas) ya no da abasto. Normal.
- Antes la solución era mandar a los cayuconautas a otras regiones, lo cual era como limpiar el suelo metiendo la mierda debajo de la alfombra.
- Luego se intentó hablar con los países de origen de estas pobres gentes (pobres sobre todo después de pagar al ameno trayecto África-Canarias en esos magníficos botes) y resulta que los gobernantes dicen que sí, que vale, pero que "
Tú-darme-dinero-si-tú-querer-no-más-mi-gente-en-tu-tierra", porque lo que se dice democracia no han aprendido mucho en los últimos decenios, pero la sensibilidad comercial...ni en Wall Street oye.
- Y ya, como último recurso, se pidió recientemente ayuda a la Unión Europea (ese club social de gente bien que se reúne de vez en cuando para hablar en varios idiomas durante horas y no hacer nada en concreto) y nos miraron con gesto de "Paso-en-mus" y con una palmadita en la espalda (que en estos casos es como una patada en el glúteo) nos mandaron a casita.

¿Y el problema? Ahí sigue.

Y es que "Cayuco Tours" es un negocio en auge. La oferta es muy completa: Minicruzero muy animado hasta Canarias (Antes iban a Andalucía, pero el paisaje no es el mismo). Recepción de las autoridades. Entrega de mantas, cafés y bocadillos. Alojamiento en régimen de pensión completa. Aprendizaje gratuito del idioma a cargo de voluntarios. Vuelo hasta la península y posibilidad de inserción laboral como "Top Manta" en Madrid o Barcelona. Entre eso y quedarse allá en África comidos por la miseria, ustedes me dirán.

Total, que el problema de la inmigración va cogiendo tintes de chapapote...y ante esto, el gran estadista occidental que acude sonriente al nombre de "José Luis", ha decidido que sean los subalternos los que lidien este toro y así tenemos a The Mummy Fernández de la Vega, Rubalcaba (qué escalofrío...) y a Caldera A presión poniendo cara de "Harry el Sucio" y diciendo "Ojito, ojito...que como vengáis más...os...os...os...vamos que...os quedáis sin bocadillo". Amedrentador, sin duda. Seguro que no vuelve a zarpar ningún cayuco más. Fijo.

El caso es que con tanta demagogia, tanta improvisación e incompetencia y tanto mirar para otro lado, los batallones de la desesperación siguen desembarcando y en las costas de África hay más de un hijo de la gran puta que se está haciendo de oro. A lo mejor un remedio sería que, dentro de la oferta turística, se incluya una estancia en La Moncloa con todos los gastos pagados y convivencia con la familia habitante de ese entrañable hogar. A lo mejor así se les quitaban las ganas a todos. No sé. Todo sería ponerse. De momento, la invasión de los Cien Mil Hijos de José Luis sigue...y, ésta, como la de 1823, no trae más que problemas, problemas, problemas.

jueves, 7 de septiembre de 2006

Oh, capitán, mi capitán...Alatriste

Tenía que verla. Aunque sólo fuera por todo lo que se han gastado en promoción. Aunque sólo fuera porque prometía ser honestamente histórica (con todo lo que eso significa). Aunque sólo fuera porque es de las pocas películas españolas actuales que no son ni la versión genital de las españoladas de los 60' y 70' ni un dramón en el que se cuentan cosas que pasan cada día y los críticos y snobs aplauden con las orejas. Aunque sólo fuera porque está relacionada con ese estupendo bellaco llamado Arturo Pérez-Reverte. Sí, he ido a ver "Alatriste".

Una película que, como un buen cuadro, tiene sus luces y sus sombras, sus trazos geniales y alguna que otra pincelada que no sabes muy bien por qué está ahí.
Lo mejor: Viggo "Aragorn" Mortensen, por su camaleónica transformación y la honestidad con que se pone en la piel del ya inmortal personaje de Pérez-Reverte. La dirección artística y la iluminación: Tan magistrales ambas que hay escenas en los que crees estar dentro de un cuadro de Velázquez, Zurbarán o Ribera. Algunos de los secundarios: Juan Echanove, Eduard Fernández, Enrico Lo Verso, Javier Cámara, Elena Anaya y Eduardo Noriega bordan sus personajes. El guión: No por el guión en sí, que tiene notables (y casi imperdonables) carencias, sino por el esfuerzo que habrá dedicado Agustín Díaz Yanes, director y guionista de la cinta, para adaptar cuatro de las cinco novelas de la saga de Alatriste (El capitán Alatriste, El sol de Breda, El oro del rey y El caballero del jubón amarillo) y, al mismo tiempo, intentar contar cómo España se pegó el hostión desde lo más alto, allá por el siglo XVII. Y, por último y no menos importante, la ausencia de cualquier pretenciosidad.
Lo peor: Ciertas lagunas que hay en el guión (justificables, sí, pero tan evidentes que chirrían), el experimento fallido de Blanca Portillo (si su personaje hubiera sido mudo...todavía, pero...), Ariadna Gil intentando hacer teatro en verso (después de eso, queda claro que lo suyo es el cine, a secas), la desaprovechada Pilar López de Ayala (un poco más y sale de extra), algunos postizos demasiado postizos (hay perillas y bigotes que...) y la extraña voz de Alatriste (ronca, con laringitis, aguardentosa, medio guiri...uno no sabe exactamente qué le pasa al capitán en la voz).

En resumen, "Alatriste" es una película entretenida (lo cual, mirando el cine español actual, es digno de asombro y de agradecer) y con una calidad técnica evidente (se mire por donde se mire). Quiero pensar que es una película hecha esencialmente para consumo interno (pues obvia conocimientos históricos y culturales más o menos sabidos por cualquier español, pero que fuera de nuestras fronteras no tienen por qué saber) y que intenta decir a la industria y público de este país "Hola, somos capaces de hacer una película así". Por eso, yo creo que el valor de esta película no está tanto en el trío Mortensen-Reverte-Alatriste, sino en el hecho en sí de que en España nos hayamos atrevido a hacer una película tan grande, tan distinta (que alguien me recuerde alguna película española del último decenio que no sea algún dramón social o una infumable comedia de humor genital) y con tanto esfuerzo. Eso sí que es un hito. A este paso, en diez años le estaremos echando el aliento en el cogote a Hollywood. Creo que, con este film, el cine español acaba de poner su particular pica en Flandes. ¿Quién si no Alatriste podría haberlo hecho?

Orgullo patrio: La Selección (La de baloncesto, claro)

Estas cosas es mejor escribirlas con sosiego y habiendo dejado atrás toda la resaca festiva, de la cual mi garganta aún está pagando factura. Por eso, después de los partidos y las celebraciones y los gritos y las lágrimas de alegría y los abrazos y los botes y los cánticos "oéoéoé", escribo este artículo. Y va dedicado para la Selección que más (y con más argumentos) me ha emocionado en mis últimos 26 años (y soy de la cosecha de 1980 así que...).Va dedicado a esos profesionales como la copa de un pino (casi literalmente) que se han ganado el respeto, la admiración y el reconocimiento de todo el mundo (que tenga dos dedos de frente y/o dos ojos en la cara). Va para esos españoles que en la tierra del Sol Naciente dijeron alto (muy alto) y claro que España no es el país que siempre se va a casa con el rabo entre las piernas en los Mundiales de Fútbol (y las Eurocopas y ciertos partidos de preparación y...), sino que España es el país que gana de forma incontestable un Mundial de Baloncesto. Y esto, en un país como el nuestro en el que tradicionalmente el baloncesto ha sido el feúcho que veía resginado como el playboy del fútbol se las llevaba a todas de calle, tiene mérito, mucho mérito, muchísimo mérito.

No quiero ni voy a redundar en lo que ya se ha repetido hasta la saciedad: Qué clase, qué calidad, qué desparpajo, qué intensidad, qué concentración, qué humildad, qué valor, qué capacidad de superación...Todo eso ya ha quedado claro para el mundo (A no ser que se sea ciego poco aficionado a la radio, sordo con aversión a la televisión, ermitaño sin cobertura o un snob intelectual de esos a los que les encanta situarse en planos paralelos a la realidad). Lo que sí me gustaría decir es que lo hecho por el equipo nacional de baloncesto (y no quiero destacar a nadie por encima de nadie porque han demostrado que son, en todos los sentidos, un equipo colosal) me ha emocionado tanto como descubrir el valor de los espartanos en la Batalla de las Termópilas, recordar las pelotas que pusieron sobre la mesa los españoles cuando a Napoleón le dio por jugar al Risk con nosotros o escuchar en el cine la gallarda y genial última frase de Alatriste "Decidle al Duque de Anjou que gracias, pero que somos un Tercio español". Olé, chicos, olé.

Por todo ello, esta crónica se podría resumir en una sola palabra: GRACIAS. Pero como sabida es mi incontinencia verbal pues he escrito este artículo, sobre un equipo que se merece no bajar nunca del lugar que se han ganado en el Olimpo y nuestra memoria, un artículo que, como decía al comienzo era mejor escribir con sosiego y habiendo dejado atrás toda la resaca festiva. Aunque, llegados a este punto, sólo me apetece decir una cosa: ¡¡VIVA LA MADRE QUE OS PARIÓ!!

martes, 25 de julio de 2006

¡A mí que no me vengan con cuentos!

A mí que no me vengan con cuentos…¿Alguien se ha parado a pensar en sus protagonistas?

Ellos…
Aladín:
un playboy árabe con dinero robado a unos primos de los de Al-Qaeda.
Bambi: un hippy con problemas freudianos.
Bestia: un salvaje onanista y misógino que odia depilarse.
El Flautista de Hamelin: un pederasta melómano.
El Gato con Botas: un felino que se siente hombre pero se pone botas de plataforma.
El Lobo: el clásico tonto que haga lo que haga siempre la palma y encima no se afeita.
Mogli: un zoofílico afincado en la India y que se lo monta con osos, monos, panteras...
Pinocho: un capullo tirolés barnizado con un padre que podría ser su bisabuelo.
El Príncipe: un putero que las liga con un cuento detrás de otro...y siempre caen.
Pulgarcito: un espabilado que hace rutas con migas.
El Soldadito de Plomo: un militar salido al que no le sientan bien los calentones.
Los Tres Cerditos: unos chapuzas aficionados a la bricomanía a gran escala.

Ellas…
Alicia:
una niñata adicta a los alucinógenos.
Bella: una pueblerina de buen ver que se enamoró de un feo con posibles.
La Bella Durmiente: una conejita playboy con problemas de sueño.
Blancanieves: una canguro a la que no le importa el tamaño.
La Bruja: una lesbiana octogenaria obsesionada con las adolescentes.
Caperucita Roja: una ingenua comunista y con problemas de miopía.
La Cenicienta: una asistenta que pegó un braguetazo en un cocktail con un fetichista.
La Sirenita: una nudista que huele a pescado.

¿Y qué decir de sus autores? ¡¡Todos unos putos cuentistas!! ¡Vivieron de contar mentiras!

Yo, desde luego, no leeré ni un cuento leeré a mis hijos.

lunes, 10 de julio de 2006

Allez la France...à maison!

Et maintenant que, messieurs? Díganme. Estoy deseando escuchar sus explicaciones. ¿He dicho explicaciones? Perdón, quería decir "excusas". Resulta que nuestros vecinos vencen a España (para ellos, los africanos allende los Pirineos) y uno duda si Napoleón perdió la Guerra de la Independencia. Vencen a Brasil (ese equipo que juega, pero sólo en los anuncios, con diez estrellas y un gordo) y parece que Pelé nació en Versalles. Y ahora llegan a la final y los del país de la bota (de plataforma drag queen) les echan de un puntapié. Très bien, France. Avec une paire.

No engañaré a nadie si digo que en la final del Mundial de Fútbol yo iba con Italia. ¿Motivos? 1) Es difícil, muy difícil, que alguna selección del mundo me caiga peor que Francia. 2) La modestia de la que han hecho gala los galos, valga el juego de palabras. 3) Para cosas de fútbol, soy rencoroso, ya ven y aún recuerdo quién echó a España del Mundial. 4) Italia me cae bien. Son simpáticos estos chicos. Hasta para calzarte un guantazo sonríen.

En cuanto a los equipos:
Francia - Bien, de entrada, eso no es un equipo de fútbol. No. Un equipo de 18 negros y 4 blancos no es un equipo de fútbol. Es un equipo de la NBA. Teniendo esto presente, debo decir que Francia, a fecha de hoy, son Zidane y los cuatro Don Limpio (versión bronceada) que le abrillantan el camino (Thuram, Gallas, Vieira, Makelele). Y eso está muy bien, pero cuando te las ves con un equipazo donde todos los jugadores se dejan el hígado o te lo parten a ti (véase Italia), pues...el futuro pinta makelele. Además del toque exótico, Francia es un equipo que cuenta con un cantante de karaoke (Barthez), un payaso (Henry) y un engendro digno de H.P.Lovecraft (Ribery). Un equipo peculiar, sí señor.
Italia - Viendo a este equipo, uno duda si estos chicos se dedican al fútbol y, cuando pueden, a la moda, o al revés. La mayoría parece que vienen de desfilar con modelitos de D&G, Versace, CK...¡Qué repeinados! ¡Qué apolíneos! ¡Qué "peelings"! . Y digo la mayoría porque también está Gattuso, a quien un servidor se lo imagina debajo de un puente con su tetrabick de "Don Simón", berreando "La Traviata" y oye, niquelado. Lo fundamental que hay que saber de los azzurri es que Italia, nunca, jamás, ha jugado al fútbol. Ha jugado a un deporte muy similar llamado "A que no nos ganas", un deporte muy físico, de contacto, que obedece a la máxima: "Si el balón pasa, el contrario no".

El partido:
Francia, de gallito por la vida, se quiso comer cual macarrones a Cannavaro y cía...Y se les atragantó el tema. No obstante, a medida que pasaba el partido, parecía que los hijos de Robespierre iban a llevarse el gattuso al agua y en estas Zidane perdió la cabeza...que fue a parar al pecho de Materazzi. Roja y a jubilarse. Curiosa forma de despedirse del fútbol. Se volvía a equilibrar la balanza. Llegaron los penaltis: Buffon homenajeó a Zubizarreta y se tiró todas las veces al lado contrario por el que entró el balón. Y, como iba de homenajes la cosa, Trezeguet rindió tributo a Raúl y falló un penalti en un momento decisivo. Italia, tetracampeona. Mamma mía!

¿Y ahora qué?
Italia: A celebrarlo, que bien merecido lo tiene. Nunca un cerrojo abrió tantas puertas.
Francia: Media selección, al geriátrico. El país, a esperar a que se les bajen los humos y puedan ver algo. Y Ribery, de vuelta a Notre-Dame a tocar las campanitas.
España: A pasar envidia sana (o insana) de Italia.

Españoles...el Mundial...ha muerto.

lunes, 3 de julio de 2006

Consejos para sobrevivir en una película de terror

Después de tener una sobredosis de cine de terror este fin de semana (tras ver el entretenido remake de "Las colinas tienen ojos" en el cine y el digno remake de "La matanza de Texas" en DVD), y habida cuenta de mi afición por el género de las películas de terror, expondré a continuación unos consejos que debería seguir cualquier personaje de una película de terror que no sea el asesino. Y sí, para quien le suene esta suerte de manual, diré que me inspiro en la mítica lista que se enuncia en uno de los clásicos modernos del género: "Scream".

1) No decir nunca, bajo ningún concepto, frases como: “Ahora vengo”, “Vuelvo enseguida”, “Esperadme aquí”, “Tranquilos”, “No me pasará nada”.

2) No hacer nada por sexo, fama o dinero.

3) No tener pareja al comienzo de la película.

4) No tener una edad comprendida entre 18-30 años (y si se tiene, no dejar que las hormonas lo expliciten).

5) No practicar sexo (y menos en la primera media hora de película).

6) No lucir palmito (ni ellos ni ellas).

7) Si tienes un cuerpo lucible, asegúrate de ser el/la protagonista de la película.

8) Tener claro que los viajes o excursiones en grupo no son una buena idea.

9) Tener siempre teléfono con cobertura, saldo y batería.

10) Saber arrancar vehículos y abrir puertas a la primera.

11) No seguir jamás atajos poco o nada conocidos por bosques, desiertos o carreteras secundarias.

12) No pernoctar jamás en moteles apartados ni casas abandonadas.

13) Desconfiar totalmente de los consejos e indicaciones de la persona encargada de una gasolinera o bar de carretera de aspecto asqueroso o semi-abandonado. En el mejor de los casos, ir justo en el sentido contrario al indicado por dicha persona.

14) No bromear con leyendas o historias truculentas no confirmadas.

15) No cachondearse, insultar o agraviar a alguien a quien no conoces.

16) No fiarse nunca de personas de aspecto poco agraciado, deforme o mutilado.

17) Desconfiar totalmente de las personas que tienen máscara o un maquillaje extraño.

18) Por muy educado que se sea, alguien solitario en un lugar solitario no quiere compañía.

19) No adentrarse en sitios poco o nada iluminados y/o de higiene dudosa.

20) No ir a ningún sitio que no conozcas sin compañía.

21) No ser la última persona de una fila o grupo.

22) Cualquier cosa que tengas pensada, es mejor de día que de noche.

23) En caso de descubrir un cementerio de vehículos de todo tipo y época en un lugar insospechado, huir.

24) Un grito siempre es un grito y, sea lo que sea lo que lo causa, hay que huir.

25) No dejarse llevar por el histerismo ni tampoco por una tranquilidad absoluta.

26) Antes de enfrentarte al asesino, tener bien claro dónde está la salida.

27) Atizar al asesino con todo lo que se tenga a mano (Probablemente, no sentirá daño).

28) Tener clara la diferencia entre estar inconsciente y estar muerto, especialmente si hablamos del asesino.

29) No tener remordimientos en matar al asesino y asegurarte de que está muerto ( Da igual lo que hagas, seguramente, resucitará en una secuela).

30) En caso de ser superviviente de una película anterior, asegurarse de transmitir el “legado” a los nuevos protagonistas antes de que te maten.