martes, 19 de septiembre de 2006

La paja en el ojo ajeno


Soy consciente de que este es un artículo que, casi con toda seguridad, no va a gustar a todo el mundo. Bien, dicho esto, vamos al tema.
Por si estaba poco animado el sarao internacional, ahora el Papa se ha unido a la fiesta merced a una cita no muy aconsejable para decir en público y menos en los tiempos que corren. La intención del
discurso que el Santo Padre pronunció el pasado martes 12 de septiembre en Ratisbona (Alemania) era, hablando claro, fomentar que todas las religiones se llevaran bien, que hablando se entiende la gente, que liarse a mecos no soluciona nada, "paz y buen rollito", talante...Pero eso ya no importa: demagogos, integristas y medios de comunicación se han encargado de quedarse en la cita de marras. Y, aunque el Papa ya ha pedido disculpas y dado explicaciones, el asunto es más espinoso que una convención de erizos. Puesto que, analizando este tema, es fácil encontrar detalles, cuando menos, paradójicos, intentaré ser lo más claro posible:

* La cita: Benedicto XVI, en su discurso del martes, citó un diálogo del siglo XIV en el que el emperador bizantino Manuel II le decía a un erudito persa: "Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba". (Toma ya.Si con estas palabras, el Papa intentaba apagar un fuego...creo que debería cambiar de asesor)

* Quién la ha utilizado: El representante de la Iglesia católica (El Papa, el Santo Padre, el Sucesor de Pedro, etc.). Y, sí, antes de que me lo recuerden demagogos, ateos y agnósticos militantes, es la "misma" Iglesia que promovió las Cruzadas (unas hostias de presupuesto hollywoodiense en la que los infieles de un lado intentaban pasar por la piedra a los infieles del otro para quedarse en propiedad los Santos Lugares. Vamos, una especie de partida de Monopoly con mucho "me cisco en tu divinidad" de por medio), la misma que organizó la Inquisición (que hizo de la envidia, la calumnia y la injuria unas armas de destrucción masiva), y la misma que, en algunos lugares y momentos, evangelizó en plan Rambo. Y sí, eso, lamentablemente, lo hizo la Iglesia y siempre estará ahí. Pero déjenme que recuerde también a esos mismos demagogos, ateos y agnósticos militantes, que la Iglesia es también la que en muchas ocasiones ha puesto los testículos y la dignidad sobre la mesa aun a costa de engrosar la lista de mártires y la misma Iglesia a la que pertenecen l@s misioner@s que han malvivido y muerto en zonas miserables, mientras algún demagogo de corbata y talonario la criticaba tomándose el café caliente (Es muy cómodo criticar desde un medio de comunicación o en una mesa redonda rodeado de encorbatados templagaitas cuando tu máxima preocupación puede ser si gotea el grifo del baño o si te queda bien el traje. Pero hay otras personas cuya mayor preocupación es que quienes tienen alrededor puedan sobrevivir como seres humanos, aun a riesgo de que no llegues con vida al final del día y esas personas, las ha puesto y pone, casi siempre, la Iglesia). La Iglesia es una institución milenaria y en ese tiempo (que es muuuuucho) ha hecho cosas muy buenas y cosas muy malas y nos podríamos tirar meses discutiendo unas y otras. Lo que es absurdo, gilipollesco, infantil y maniqueo es quedarnos sólo con una parte del argumentario para decir "La Iglesia es malíííísima" o "Lo que hace la Iglesia, bien hecho está".


* A quién ha ofendido: Al Islam. El mismo Islam que regaló a la Humanidad miríadas de avances y conocimientos científicos y culturales (en siglos en los que el cristianismo estaba en la pocilga y con las luces apagadas). Y quien lo niegue es, directamente, gilipollas. Pero también es el mismo Islam que tiene en su historial las Cruzadas (o Guerra Santa o Yihad); el mismo Islam en el nombre del cual se han cometido y cometen barbaridades contra la dignidad humana o se "manifiestan", cada dos por tres, cientos de energúmenos; el mismo Islam cuya versión mala-retorcida-siniestra ha permitido que surjan como setas grupos terroristas que han bañado en sangre medio planeta en los últimos decenios. Y quien niegue esto es también gilipollas. Así que, al igual que en el punto anterior, ni el Islam es "La Bestia" ni tampoco "El Islam es fetén".

* Qué ha pasado: Que el mundo islámico y todos aquellos que están deseando que la Iglesia/el Papa estornude para decir "Te jodes", pues se han puesto (y razón no les falta) con un cabreo que ni un aficionado del Atleti a final de temporada.

* La paradoja: Resulta, cuando menos curioso que, para protestar contra la cita y la madre que nos parió, se hayan organizado manifestaciones y actos que de pacífico tienen lo mismo que Terminator.

* La sorpresa: El presidente iraní y uno de los malos de la película occidental, Mahmud Ahmadineyad, ha salido en defensa del Papa Benedicto XVI.

* ¿Qué se debería hacer?: 1) Que alguien se preocupe por captar y recordar la intención del mensaje (cagadas aparte) del Papa: La paz y el respeto mutuo es la base de la convivencia humana y esto no debe olvidarse a la hora de hablar de religión y creencias. 2) Que echen al botarate que no quitó la polémica cita del discurso de Benedicto XVI (Repetir una gilipollez eleva al cuadrado la estupidez de quien la repite). 3) Que t-o-d-o-s nos dejemos de tanto maniqueísmo y demagogia y dediquemos el tiempo a hacer un ejercicio de memoria y a hablar con sensatez. 4) Que de una vez por todas no haya ningún gilipollas ni hijo de puta que utilice la religión, sea cual sea, para menospreciar, humillar o atacar a ningún ser humano.

No obstante, este follón no se habría montado si todos, cristianos, musulmanes, judíos, ateos, agnósticos, omnívoros, vegetarianos y mamíferos humanoides en general hiciéramos caso de una cita que siempre será bien utilizada: "¿Cómo puedes ver la paja en el ojo ajeno y no ves la viga que está en tu propio ojo?". Pues eso.

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