lunes, 23 de julio de 2007

Viva las cadenas

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ordenó el pasado viernes el secuestro del último número de la revista satírica 'El Jueves', en cuya portada aparece una caricatura de los Príncipes de Asturias en una situación considerada "claramente denigrante y objetivamente infamante". La susodicha portada ya ha dado la vuelta al mundo y vale su peso en oro en internet y la web de la revista o está cerrada o "colapsada" por el número de visitas. Hasta aquí el resumen de lo ocurrido y la conclusión más obvia: Si lo que se intentaba era que nadie hiciera caso de la portada, el tiro ha salido por la culata.

A mí me parece que lo más ofensivo de la portada no es que se caricaturice con ínfimo gusto la cópula de los Príncipes de Asturias, sino lo que dicen los bocadillos. ¿Que si me parece mal que se critique a la realeza? Bueno, yo pienso que si tienen que existir reyes (cuestión discutible) es necesario y sano que existan bufones que con ingenio y mordacidad les bajen del pedestal. Por ello, en pos de resaltar el brillante sarcasmo textual, lo más oportuno habría sido plasmar ese real bofetón mostrando al heredero de la Corona española y su adlátere en otra situación más "convencional" y decorosa, ya que la mordaz crítica hacia esta pareja en particular y la Casa Real en general habría sido igual de efectiva y legítima pero se habría despojado del mal gusto. De esa forma, sólo los aduladores y palmeros de la monarquía habrían tenido motivo de queja. No obstante, el incluir metralla pseudoporno en semejante portada ha conseguido lo que se pretende con cualquier portada: que cualquier persona se fije en ella. Y ya si tienes a un Fiscal General y un juez que se apresuran a desfacer entuertos al estilo del Quijote, pues la portada de marras tiene asegurada la cabecera de cualquier medio informativo nacional y un tour mundial gratuito. Es difícil conseguir una campaña promocional tan buena como la que inconscientemente han orquestado el Fiscal General y el juez Del Olmo, consiguiendo ambos un nuevo éxito judicial a añadir a sus extraordinarias trayectorias. No es difícil imaginar que en Palacio más de uno esté pensando: "Con defensores como éstos, quién quiere enemigos". Por eso, creo que los de "El Jueves" pueden estar contentos porque, en el fondo, ellos han conseguido todo lo que querían.

A esto tengo que añadir que me repugna por igual tanto la monárquica cópula caricaturizada como el tsunami de fariseísmo e hipocresía que se ha desatado en favor de la Corona, porque nadie pone el grito en el cielo ni se rasga las vestiduras cuando "El Jueves" se mofa de algún dirigente político, líder religioso, actor, deportista o famoso con caricaturas tan irreverentes y demoledoras como la que nos ocupa, pero como han "tocado" a la monarquía...Sé perfectamente lo que dice el Código Penal pero detesto los dobles raseros. Que existan "salvedades" especialmente destinadas a proteger a los que por alguna anacrónica razón "están privilegiadamente por encima" me parece tan bochornoso como la portada de "El Jueves". Pero poco espero ya de un país servil y borrego, trufado de legiones de babosos, dignos herederos de aquellos necios babeantes que corearon al infame Fernando VII con "¡Viva las cadenas!".

Por todo ello, me parece que la portada de "El Jueves" es respetable en el fondo, repulsiva en las formas y, en definitiva, redundante y prescindible, puesto que la Familia Real se basta sola para ganarse el aplauso, fomentar la hilaridad o suscitar la vergüenza ajena. En fin: ¡Muerte a los bufones! ¡Viva las cadenas!

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