sábado, 12 de septiembre de 2009

Scariolo: el gran fracaso de un entrenador insignificante

Hoy nos hemos ido del Eurobasket, y por la puerta de atrás. No estoy loco. Háganme caso. Que esto que digo sea "más verdad" ya sólo es cuestión de días, pero no de argumentos. Sé que no soy muy ducho en materia baloncestística, pero al menos creo que sé distinguir un buen equipo de uno malo, un jugador excepcional de otro mediocre, un entrenador brillante de uno lamentable, y un éxito de un fracaso. He de reconocer igualmente que mi afición a este deporte se la debo al Estudiantes, los Chicago Bulls...y la Selección de Baloncesto que se mereció tres artículos en este blog en 2006, 2007 y 2008. Y, especialmente por esto último, no puedo dejar pasar la amarga oportunidad de lo ocurrido en el Eurobasket.

El mejor resumen sería decir que a Sergio Scariolo el puesto le viene grande, pero suena a chiste fácil cuando se habla de una selección de la talla, en todos los sentidos, de la española. Pero como el cabreo que tengo es tan superlativo que puedo prodigar las críticas, empezaré a remitirlas por doquier, dejando lo más lamentable para el final:

El equipo: Ni rastro de los otrora emblemáticos esfuerzo, garra, valentía, sensatez, humildad, unión...Si por algo se caracteriza la Selección en este campeonato europeo es por una indolencia intermitente, una permanente carencia de concentración e intensidad y una forma física manifiestamente mejorable. Eso en cuanto a lo que algunos llaman "intangibles". En cuanto al juego...¿qué juego? La sensación que transmiten es algo así como "un sálvese quien pueda, pero que no se note". Claro que quizás me equivoque y la sensación real sea la de "¿Quién es ese gilipollas de la gomina?". No obstante, conviene hacer algunas matizaciones:
  • Rudy y Felipe: Tanto monta, monta tanto. Son los únicos que están dando lo que se espera de ellos. Son los únicos que están jugando tan bien como se espera de ellos, o mejor. Son los únicos que no están ridiculizando la fama brillantemente labrada en estos últimos años.
  • Sin GASOLina: Que Pau Gasol no esté fino se puede disculpar mínimamente si tenemos en cuenta que ha estado lesionado justo antes de este campeonato, que el sensacional jugador arrastra un descomunal palizón derivado de jugar al máximo nivel en la NBA y que viene de jugar la temporada más larga que un equipo puede afrontar: la que te lleva al anillo de campeón. Que su hermano Marc esté irreconocible después de la notable temporada que ha hecho y de su sobresaliente progresión, es más difícil de explicar. Lo cierto es que sin los Gasol afinados la selección se resiente enormemente, especialmente bajo el aro y a la hora de ganar los partidos que se ponen duros. Esta selección, sin "Gasolina", no carbura.
  • Ricky Rubio: Me está provocando la misma sensación que el patán de Sergio Rodríguez, quien de una esperanzadora eclosión pasó en un pispás a un electrizante fracaso. Céntrate, chaval, que al baloncesto se juega con la cabeza y no estás jugando a la Play...
  • Garbajosa: Por motivos que no alcanzo a entender y me duele reconocer, es mi favorito...para el partido homenaje.
  • Navarro: Buscar en el DRAE el término "sobrevalorar". Hay que admitir que es difícil jugar al baloncesto como él juega, por eso es único...Ayudaría mucho más y mejor comentando los partidos por televisión.
  • Raúl López: Quizás si se dedica al fútbol juegue mejor que su tocayo.
  • Carlos Cabezas: ¿Quién?
  • Mumbrú: ¿Se fue a la guerra? Mire usted, mire usted qué pena...
  • Los novatos: Llull, Claver...Para vanos partidos de exhibición de vocación onanista y sin daños colaterales, son sensacionales. Punto.
  • Los ausentes: Carlos Jiménez y José Manuel Calderón, pilares esenciales de los triunfos y cualidades de la selección que nos encandiló...y a quienes, cada día que pasa, se les echa tanto de menos que su mérito alcanza cotas legendarias.
El inepto (ver Sergio Scariolo): Está fuera de toda duda que llegar a un equipo en el que tus predecesores en el cargo consiguieron hitos históricos e inolvidables es un papelón, como hacer de figurante en una película de Manolo Escobar o ser actriz en un film de Pajares y Esteso. Tú tranquilo, Sergio, después de este Eurobasket, todo el mundo será consciente de ello...igual que lo será de tu única y discutible virtud: ser un metrosexual camino de los cincuenta. Tu rictus serio, tu aparente profesionalidad y tus enérgicas consignas producen el mismo efecto que un transexual: Por fuera crees que es una cosa, pero...la realidad es otra. Tú, amigo, tú has dilapidado en sólo unos meses el crédito y la honra ganada a pulso durante años. Tú, colega, has sacado de quicio a jugadores cuya profesionalidad está fuera de toda discusión. Tú, figura, has conseguido convertir a la segunda mejor selección del planeta en un grupo ridiculizable presto a la humillación por equipos de segunda o tercera fila. Es una gesta irrepetible y te aplaudiría si no estuviera deseando abofetearte, campeón. Esos, Scariolo, son tus méritos y con semejantes credenciales dudo que vuelvas a entrenar a cualquier equipo con cualquier mínima aspiración y orgullo propio. Pero, si quieres que me ponga más técnico y menos visceral, no tengo ningún problema en hablar de tu incoherente y constante política de cambios, tu pésima administración de los roles en el vestuario, tu nula capacidad para gestionar los egos de profesionales de superlativo nivel, tu espeluznante planificación física y deportiva para preparar el Eurobasket o tus decisiones tan injustificables como la de otorgar a un bisoño la responsabilidad de un tiro decisivo que correspondería en el 99,9% de las veces a gente como Pau o Rudy. Es como si en los Bulls de Jordan hubieran decidido que fuera Wellington quien se jugara la canasta capital o si Phil Jackson dijera a sus chicos angelinos, en la final de la NBA: "Olvidaros de Kobe. Pasad a Ilunga-Mbenga, que la clava".

El último responsable: José Luis Sáez. Oficialmente, Presidente de la FEB. Oficiosamente, chulo de solemnidad con afán de protagonismo. Echó a Pepu Hernández (Campeones del Mundo en 2006, Subcampeones de Europa en 2007), dejó marchar a Aíto (Plata en los JJOO de 2008) y contrató a Scariolo (...). Enhorabuena.

¿Y después de esto qué? Pues contentarnos con el deseable cese del seleccionador...y que el equipo nacional vuelva a ser lo que fue y lo que será: un grupo memorable de grandes personas y mejores jugadores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que a Escariolo la cosa se le ha ido de las manos. Sin embargo no creo que toda la culpa sea suya. Por lo que sé (de buena tinta), la gran mayoría de los jugadores de la selección se han pasado el verano en Cádiz de fiesta en fiesta, cogiendo melopeas de altura... Han pasado unos añitos desde las últimas victorias. Si sumas estos dos componentes, todo aparece un poquito más claro, la consecuencia inevitable de su mal juego. No olvidemos que se están enfrentando con equipos cuyos jugadores son chavales de 20 años escasos. Pero bueno, no me importaría perder si no hiciéramos tanto el ridículo.

Javi Crespo dijo...

Nunca me había alegrado tanto de haberme equivocado :) ¡¡A la final del Eurobasket!!