jueves, 17 de septiembre de 2009

Y en el 200, se autocriticó

Con este que escribo hoy, el número de artículos que alberga esta atalaya tan peculiar alcanza los dos centenares. Remoto queda ya aquel artículo que en mayo de 2006 puso la primera piedra de este blog. Muchos han sido los temas y las personas que han pasado por este altar, palestra y cadalso. Y he hablado, criticado y divagado sobre casi todo lo humano y lo divino, pero...faltaba alguien por convertirse en objetivo de mi escrutinio y de mis ácidos dardos: el vigía de esta atalaya, es decir, servidor.

Así pues, lejos de darme egocéntrica coba, en este artículo me expondré sin piedad ni remilgos a mi proverbial sinceridad y corrosivo sarcasmo, con la esperanza de que queden expuestos el tropel de defectos que me conforman. Olvídense de que reseñe aquí mis virtudes...Hoy toca denunciar todo lo malo que tengo. ¡Vamos allá!

Soy Javier Crespo y soy...un espinoso nudo de contradicciones; un ingenuo supino con una predisposición natural para quedar en evidencia; un vaivén entre la calma y la tempestad; un alma hipersensible que flirtea con la anafilaxia y la alergia universales; una hosca tarjeta de visita; un críptico rompecabezas; un ciempiés presto a meter la pata con asombrosa facilidad; un desconfiado con argumentos; un tonto que no sabe disimular; un inseguro bastión de complejos; un rencoroso con serias dificultades a la hora de olvidar; una hermética fortaleza ante la cual pasan de largo muchas oportunidades; una central de sentimientos nucleares al borde de la fisión; un imbécil que hace daño a quien más quiere cuando menos debe; un estoico con escéptico miedo a la felicidad; un enfermo de sinceridad kamikaze e imprevisibles daños colaterales; un estúpido que no sabe jugar bien ni un solo as de su manga; un torpe manazas que convierte al monstruo de Frankenstein en un maestro del bricolaje; un descoordinado patoso con menos gracia que Stephen Hawking en un concurso de bailes de salón; un hombre deseoso en su intimidad del sumo mal para una amplia y creciente lista de nombres y apellidos; un cruel partidario de la venganza como justicia y del desprecio como venganza; un estúpido candidato ideal para chivo expiatorio; un bufón inconscientemente ocasional; un sádico que gusta de imaginar innumerables formas de hacer sufrir a decenas de personas indeseables; un practicante asiduo de radical indiferencia; un tímido patológico que hace que Raimond Babbitt parezca Marcel Marceau; un pesimista víctima de su desmedido idealismo; un amante que ha malgastado sus afectos; un desagradable felpudo pisoteado por tanta gentuza que se ha borrado el "Bienvenido"; un individuo tan poco agraciado que no ligaría ni en un apagón...una montaña de defectos coronada por escasas virtudes.

Mas si a estas alturas aún no tienes, lector, una idea clara de cómo soy te diré que, en esencia, soy una desigual mezcolanza de decenas de personajes de ficción, como...el marqués de Bradomín, Julien Sorel, el vizconde de Valmont, Peter Parker, James Howlett, Piotr Rasputín, Peter Pan, Anakin Skywalker, Light Yagami, Aragorn, Kratos, Bruce Wayne, Chandler Bing, Ikki, Kenshin Himura, Hank McCoy, Adolfo de Moncada, Henry Wotton, Dexter Morgan, Galahad, Eric Draven, Jack Dawson, Rorschach, Fitzwilliam Darcy, Quasimodo, Alonso Quijano, Marv, Sweeney Todd, Bruce Banner, Jigsaw, Erik, Gregory House, Jack Bauer, Bestia, Edward, Shrek, Heimdall...y muchos otros más reales que dejaré para el artículo 300, si Dios quiere.

¡Nos vemos...aquí!

6 comentarios:

Cyrano dijo...

Nobody is perfect! (Billy Wilder, Con faldas y a lo loco)

Anónimo dijo...

Más que autocriticarte, te has flagelado a la vista de todos...

Anónimo dijo...

Que sepas que no me ha gustado nada la critica q te has hecho, solo pones lo negativo y eso no es asi. un beso

Cyrano dijo...

¿Necesitas algún puñal, daga, estoque, gumía, verduguillo, mangual, alfanje, etc., para acariciarte las carnes? Es que lo he vuelto a leer y veo que realmente te va la "marchuki".

No pasa nada: zas, zas y un gustito que no veas.

Anónimo dijo...

Está bien, me ha gustado, pero creo que te has excedido en las personificaciones, ¿no crees?

Anónimo dijo...

jooder, das miedo tio, con lo guapo que eres.