viernes, 7 de septiembre de 2012

El talento de ser uno mismo

¿Qué es la personalidad? Pues, básicamente, aquello que nos hace ser quienes somos y como somos; nuestro ADN no biológico. ¿Qué es tener personalidad? Ser como somos y queremos ser...pero también una forma de complicarse la vida. ¿Por qué? Porque hoy en día ser uno mismo no es fácil y no lo es porque vivimos en una sociedad propensa a castrar la singularidad, a homogeneizar todo para que nadie destaque, a hacer de la mediocridad un estándar. Se ha extendido como un veneno la percepción del talento como una amenaza, de la autenticidad como subversión, de la personalidad como un problema a cauterizar. Ser uno mismo o pretenderlo te coloca casi automáticamente en la lista de forajidos laborales, de proscritos sociales que viven a la sombra de prejuicios y normas. Estamos en un entorno en el que lo más sencillo y narcotizante es hacer lo que te dicen o lo que esperan de ti o lo mismo que hacen otros. Esta sociedad parece penalizar la originalidad y la diferencia. Es un ambiente donde el individuo se ha convertido en un leño para la hoguera y no en un recurso para crear, mejorar, progresar e innovar.

Por eso la personalidad, es decir, definir nuestra identidad, consolidarla y exhibirla ante cualquier persona y circunstancia, es un ejercicio temerario de honradez íntima en este mundo en que hasta el hecho de "dar la nota" tiene que obedecer a un canon o responder a unas expectativas fijadas por otros. Dicho de otra manera: ser un maniquí laboral o un títere social es más cómodo e indoloro que ser uno mismo, pero también es el atajo más rápido al más absoluto vacío profesional y/o personal. En cambio, ser quien eres, quien tú y sólo tú quieres ser, es surfear un tsunami de impedimentos y corsés, pero también el camino más fácil hacia el éxito. Cualquier cosa que implique no renunciar a ser tú es un triunfo gracias a esta sociedad de etiquetas y dictados.

Quizás esto que estoy diciendo, esta crítica no es más que otra de esas mentiras que nos han inoculado con tal de que de nos dé pereza intentar hacer lo que queremos o lo que se nos da bien. Quizás es que nos han engañado haciéndonos creer que apostar por uno mismo es una jugada demasiado arriesgada.

Porque lo cierto es que la realidad, esa que a simple vista está sumida en la mediocridad y en la despersonalización, nos brinda ejemplos de gente que ha hecho de su personalidad el primer síntoma evidente de talento. Personas que no sólo se atreven a pensar lo que ellos quieren sino a mostrar lo que ellos son: distintos, únicos, singulares. Humanos. Personas indiferentes a prejuicios, augurios y clichés. Personas que dedican su tiempo a realizar sus propios sueños y no a cumplir expectativas impuestas. Personas que hacen de su look su mejor tarjeta de visita y de sus actos su mejor declaración de inteciones.Personas que se atreven a ir un paso más allá, a hacer algo nuevo, a no conformarse. Personas para las que la juventud no es un problema sino un argumento para el atrevimiento. Personas que se arriesgan a ser ellas mismas...y triunfan.

¿Qué ejemplos son esos? Pues casos como David Muñoz, que ha trasladado su singular personalidad a los fogones, convirtiendo su restaurante Diverxo en todo un referente de la gastronomía innovadora. La autenticidad se siente y, en este caso, se come. ¿El premio? Tener en su haber, con su juventud, dos estrellas Michelín. O como Josef Ajram, un joven para el que los límites sólo empiezan cuando dejas de creer en ti mismo, como se encarga de demostrar tanto en la Bolsa (es day trader) como en el deporte(es atleta de ironman). Dos ejemplos de triunfadores para los que lo importante no es el "qué dirán", sino el "qué tengo que decir".

Ambos, Muñoz y Ajram, han dejado que su personalidad se traslade desde su mente hasta su trabajo pasando por su cuerpo. ¿Será ésa una de las claves de su éxito? ¿Hay que conformarse con hacer lo mismo cuando se puede hacer distinto? ¿Hay que resginarse a hacerlo igual cuando se puede hacer mejor? Quizás las respuestas a éstas y otras preguntas las escuche el próximo martes, en el coloquio en el que participarán en Madrid. Y quizás, con la que está cayendo, sea más necesario que nunca escuchar qué tienen que decir gente que ha hecho de ser uno mismo un auténtico talento. Y es que, respondiendo a la pregunta con la que comenzaba este artículo quizás, la personalidad, como el éxito, consiste en atreverse a ser diferente.
 

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