martes, 4 de agosto de 2015

"Del revés": sentir, pensar, crecer

El cine es un arte. Crecer es una aventura. Teniendo por ciertas ambas afirmaciones, se puede decir con toda tranquilidad que "Del revés" es una de las  mejores películas de aventuras jamás rodadas. Pero eso sería quedarse corto. Mucho. También es una de las mejores películas jamás hechas sobre el interior del ser humano, muy por encima de clásicos como "Viaje alucinante" o "El chip prodigioso". Pero eso también sería quedarse corto. Demasiado. Porque "Inside out" es una obra de arte con la que Pixar completa magistralmente su tríptico sobre el paso del tiempo integrado por las extraordinarias "Toy Story 3" y "Up".

La película muestra al espectador el funcionamiento de la mente (o, siendo rigurosos, del sistema límbico) de una niña de once años llamada Riley especialmente a propósito de la "traumática" mudanza con sus padres desde su Minnesota natal a San Francisco. Así, el público al otro lado de la pantalla asiste a la progresiva configuración y consolidación de la personalidad de Riley a través de la interacción entre las experiencias, los recuerdos y las cinco emociones encargadas de dirigir las acciones y decisiones de la niña: alegría, tristeza, miedo, ira y asco. Para ello, Pixar plantea una película donde la excelencia técnica se convierte en un soporte fenomenal para un guión muy inteligente que nos propone una serie de tramas y subtramas que ofrecen un logradísimo equilibrio de géneros: comedia, aventura, fantasía y drama. De esta manera, el espectador recibe una lección magistral sobre psicología humana mientras la sonrisa, la risa o la lágrima se alternan en su rostro.

Quizás por todo ello, "Del revés" es una película literalmente para todos los públicos ya que la disfrutarán mucho más aún los adultos que los niños...y eso que muy seguramente los peques quedarán encantados con las aventuras y desventuras de Alegría y compañía. Pocas veces en el cine veremos plasmado con tanto ingenio, honradez y "sencillez" cómo somos, pensamos, actuamos y sentimos las personas. Porque, conviene remarcarlo, ésta no es una película sobre monigotes haciendo gracietas: que sea una película animada no significa que sea una película infantil. No, "Inside out" es una obra que nos (re)descubre aquello que unos llaman mente, otros psique, algunos alma y otros personalidad y eso tiene poco o nada de "naif". Además, lo hace con tanto rigor, con tanto buen gusto, con tanta creatividad, con tanta honestidad y con tanta sensibilidad que resulta casi imposible no colocar a esta película entre las mejores de Pixar. Por otra parte, en contra de lo que he leído en algunos sitios, no me parece en absoluto una película ñoña, salvo que erróneamente se confunda el optimismo con la ñoñería. De otras majaderías oídas/leídas como el supuesto machismo que late en la película o las críticas por el hecho de que Alegría tenga buen tipo y Tristeza sea rellenita o que tiene un mensaje conservador en cuanto a lo familiar, sólo diré que quien eso piense efectivamente hace mal yendo a ver "Inside out" en lugar de a un psiquiatra.

Volviendo a la película, "Del revés" está repleta de personajes geniales (empezando por las cinco emociones mencionadas, siguiendo con el conmovedor Bing Bong y acabando incluso por los liquidadores de recuerdos)y escenas y secuencias bien entrañables (la salida del basurero mental, el abrazo entre Riley y sus padres), bien divertidísimas (el disparate en El Sueño Producciones, el atajo por el pensamiento abstracto, el recuerdo recurrente del anuncio del chicle y las desternillantes comparaciones entre las distintas mentes).

Por si eso fuera poco, "Inside out" nos regala algunas lecciones que tanto niños como, especialmente, adultos, no deberíamos olvidar nunca (si no queremos sufrir o equivocarnos más de la cuenta en esto de vivir):
- Crecer consiste fundamentalmente en aprender a dejar atrás.
- En ocasiones, la mejor manera de pensar es no pensar conscientemente en tanto que dejarse llevar.
- La mejor manera de saber comienza por hacer.
- Hay que dejar a la tristeza hacer su trabajo.
- La clave es no perder nunca la alegría, pase lo que pase.
- Para ser hay que pensar y para pensar hay que sentir.
- Nos cambia lo que vivimos no lo que somos.

Si, además de todo lo dicho, la película viene precedida por un corto tan soberbio en fondo y forma como "Lava", poco más hay que añadir excepto que "Del revés" merece estar en la retina, en el recuerdo y en la filmoteca de cualquier persona que tenga la mente (y el corazón) en su sitio.
     

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